Límites y control, las claves para el buen uso de la tecnología por parte de los chicos

Los límites del tiempo de permanencia de los chicos frente a la computadora y del uso de celulares y tablets, y el control por parte de los padres de los sitios que exploran en el amplio espectro que ofrece hoy la tecnología, fueron los puntos clave establecidos por cuatro profesionales de nuestro medio convocados por EL LIBERAL, para el primer encuentro del ciclo "Puntos de vista" que publicamos desde hoy, y en el que el tema fue precisamente los pro y los contra del uso de los elementos tecnológicos en la formación de los chicos.

Participaron del primer panel la licenciada Mercedes Quevedo, mamá y psicopedagoga, el doctor Manuel Barthe, vicepresidente de la Sociedad de Pediatría de Santiago del Estero, la licenciada Florencia Arias, docente del Nivel Inicial y el licenciado Martín Díaz, psicólogo.

Moderado por periodistas de nuestra Redacción, las exposiciones giraron en torno de los ejes temáticos relacionados a cómo interfiere el uso del celular en las relaciones padrehijo; los cambios de hábitos de los chicos por la sobreexposición a las pantallas y los perjuicios que ocasiona en la salud física y mental el uso indiscriminado de estos elementos. "Hay muchas cosas que se han perdido en las relaciones entre padres e hijos por el uso de los celulares u otros elementos como las tablets, especialmente en los espacios familiares, donde antes primaban el diálogo y el compartir las vivencias de cada uno.

Pero debemos tener en cuenta que los chicos toman ejemplos de sus padres, y si el papá se sienta a la mesa y está permanentemente mirando su celular y respondiendo mensajes, el chico verá eso como normal y seguramente va a hacer lo mismo", sostuvo el doctor Barthe. En este punto coincidieron los restantes panelistas, aunque dejaron en claro que "la tecnología por sí misma no es mala ni perjudicial, el problema es cómo, cuándo y dónde la usamos".

"La tecnología ya está instalada entre nosotros, forma parte de nuestras vida y los chicos nacen con todo eso a su disposición, e incluso, en el aula se la emplea porque los chicos fijan conceptos e ideas a partir de un dibujo animado o de un juego.

El problema es cuando los chicos están solos en sus casas, pasan demasiado tiempo frente de una pantalla, aislados del resto del mundo y, lo más peligroso, sin ningún control. Los padres no saben qué ve, qué sitios navega ni cómo y con quién se conectan a través de las redes sociales", advirtió la licenciada Florencia Arias, desde su experiencia como maestra jardinera.

La licenciada Quevedo sostiene que "el buen uso de la tecnología, no ha interferido" en la comunicación familiar, y advirtió que se corre el riesgo de "estar más conectados, pero menos comunicados" si se cae en vicios. "Hoy creo que los chicos no juegan a otras cosas, porque no saben. Porque los grandes no los hacemos jugar.

No conocen los juegos que nosotros jugábamos, y tiene mucho que ver con el tiempo que les dedicamos", amplió. Sobre el tiempo que los chicos pasan con el celular o la computadora, el licenciado Martín Díaz hizo notar que "se han perdido muchos hábitos familiares" a causa del descontrol, y alertó sobre los peligros de "naturalizar" ciertas actitudes de los chicos sólo para evitar discusiones.

"Un numero parec iera creciente de niños y adolescentes comen solos en sus habitaciones o frente a la computadora porque justo en ese momento están pasando su programa favorito o quieren seguir jugando a algún juego. Y esto va siendo naturalizado por los padres quienes a veces para evitar discusiones no ponen un límite a estas cuestiones.

Esto va generando distancia y falta de comunicación en el seno familiar donde cada cual hace lo que quiere", criticó. Al final del debate, cada uno de los invitados se explayó en su punto de vista.