Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Viceversa

Los creadores del Plan

Primera edición individual del Plan de operaciones con el agregado de la palabra “revolucionario” ausente en las copias originales

Primera edición individual del Plan de operaciones con el agregado de la palabra “revolucionario” ausente en las copias originales.

28/05/2016 20:59 Viceversa
Escuchar:

Los creadores del Plan Los creadores del Plan

Diversos sospechosos han sido mencionados.Hacia 1814, en Río de Janeiro, existieron dos grupos de españoles que se disputaron el favor de la princesa Carlota Joaquina. El primero estaba capitaneado por Andrés Villalva, el encargado de negocios de España ante la corte del príncipe regente de Portugal. A la cabeza del segundo se hallaban Felipe Contucci y su secretario, Andrés álvarez de Toledo. Sus integrantes eran exiliados de Montevideo. Por su intransigencia se los conoció como “Los empecinados”. A la diplomacia de Villalba, éstos le opusieron cualquier medio, sin importar su rectitud u honestidad, con tal de volcar la opinión de la princesa y del príncipe regente hacia sus fines políticos: lograr la intervención lusitana y española en los asuntos del Plata, poniendo fin al gobierno revolucionario, o, al menos, a su dominio sobre la Banda Oriental. Para ello no dudaron de utilizar cualquier medio a su disposición. Está documentado que la creación y difusión de documentos apócrifos –como lo era el Plan– fue uno de ellos. Tenemos el testimonio fidedigno de la diplomacia revolucionaria de la época. Manuel José García llegó a Río de Janeiro en 1815 como encargado de negocios del Directorio ante la corte lusitana. En algunos artículos publicados por su hijo varios años después, García da cuenta del accionar de Contucci y su séquito (Manuel R. García, “El Directorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata y sus relaciones exteriores”. 1876):

“En casa de Contucci –donde también vivía álvarez de Toledo, según referencias de Villalba– se forjaban toda clase de hablillas difamatorias cuando no calumniosas contra las personas que figuraban en el gobierno de las Provincias Unidas… no escaseaban esos hombres, desprovistos de todo sentimiento moral, medio alguno para fomentar las ilusiones de la princesa, y abusar de su carácter generoso, si bien crédulo e indiscreto al extremo… Así, pues, disputábanse a porfía la Legación española y el bando de Empecinados la privanza de doña Carlota, si bien con la diferencia que la una procedía con moderación y caballerosidad, mientras que los fautores de Contucci atropellaban por todo, y no escaseaban recurso que pudiese dar cima a sus intentos”.

Queda claro, entonces, que Contucci y su camarilla carecían de todo escrúpulo y pretendían por todos los medios, sin importar si eran lícitos o no, desacreditar a las Provincias Unidas y a sus gobernantes. Pero, ¿redactar documentos apócrifos era parte de accionar habitual? García no puede ser más claro:

“…manifestáronse hostiles en extremo los Empecinados, pintando al Diputado de los “insurgentes” se refiere al propio García con los más negros colores, e imputándole calumniosamente la redacción de un documento que con alevosía forjaron; consiguiendo por último, captar el ánimo de la princesa”.

            En el Plan, encontramos numerosos indicios que vinculan a Andrés álvarez de Toledo y a Contucci con su redacción. La voz del Plan es, en muchas de sus partes, la de álvarez de Toledo. Sus construcciones gramaticales y frases que le conocemos de otros escritos, son las que encontramos en el Plan. El 20 de abril de 1814, álvarez Toledo firmó, en Río de Janeiro, una carta que envió al intendente general de policía del gabinete del príncipe regente de Portugal, Paulo Fernández Vianna. Junto a su misiva álvarez Toledo le adjuntaba otra del caudillo oriental Ramón Otorgués. Segreti aseguró que ésta era tan falsa como el Plan de operaciones (Todo es Historia, 1978). Afirmó esto porque la acompañaba de una nota prácticamente idéntica a la que existía en el Plan: “La siguiente carta es copia, de la copia sacada del original… El que sacó la copia del mismo original, reservó el nombre a quien se dirigía la carta por obviar algún comprometimiento”. Por otro lado, en su carta, álvarez de Toledo dice de sí, lo mismo que “Moreno” dice de él en las páginas del Plan. Los dos piensan igual de su misión y por lo tanto emplean el mismo lenguaje para referirse a ellos mismos. Estas son algunas de las frases repetidas, sin cambios o con mínimas variantes, en ambos escritos: “con que... me han honrado”; “sin que me domine la vanidad”; “manifestar lo esencial de mis ideas”; “después de una madura y detenida reflexión”;  “mis conocimientos”, etc., etc.

El otro conspirador, Felipe Contucci, aparece ligado al encabezado del Plan. En una carta de junio 1809 dirigida a Carlota Joaquina le dice: “a fim de elevar a sua real noticia o plano de operações que hão de pôr-se em práctica para que V.A. Real faça existir seus Reais directos ocupando a Regencia destes domínios”. Lo mismo que expresa el título del Plan.

El secreto que no fue

 

Muchos de aquellos que sostienen que el Plan es auténtico preguntan por qué crear un plan extenso para luego mantenerlo en secreto. Aun hoy día se sigue difundiendo la misma errónea noción: Por otro lado, si el móvil era desacreditar a Moreno y la Revolución ¿por qué hacerlo a través de un documento de carácter secreto que jamás se difundió con la amplitud que tal objetivo hubiera requerido?” (“Estudio preliminar” a Plan revolucionario de operaciones. Gualecuaychú, 2012). Hace sesenta años que sabemos que ocurrió exactamente lo opuesto. Quienes crearon el Plan se aseguraron muy bien que su esfuerzo alcanzara la difusión necesaria. Si alguien hubiera querido instigar una reacción política y militar contra el gobierno revolucionario de Buenos Aires habría querido que sus argumentos fueran oídos primeramente en la corte de Río de Janeiro. Que el príncipe regente, que Paulo Fernández Vianna, su jefe político y consejero, que la princesa Carlota Joaquina, su esposa y hermana del rey de España, los escucharan. Y que también en Madrid el ministro de Indias y el propio rey, Fernando VII, pudieran conocerlos. Pues bien, sabemos a ciencia cierta que todas estas personas que nombramos tuvieron en sus manos al Plan de operaciones. Curioso secreto que funcionó exactamente al revés. Entre los políticos e historiadores del río de la Plata, hasta la década de 1890, no existió ninguna noticia de que la Junta de Mayo hubiera tenido un plan que guiara sus operaciones. En cambio, en 1814 la corte de Río lo conoció muy bien y poco después, en 1815, la de Madrid. La documentación que así lo certifica fue publicada por Enrique Ruiz Guiñazú en 1952 en su libro Epifanía de la libertad.

 

Mariano Moreno, apócrifo

 El Plan de operaciones, a pesar de que muchos no lo sospechan, no es el único documento apócrifo atribuido a Mariano Moreno, es sólo uno de los múltiples textos que, sin pertenecerle, se le han imputado. De tal modo, que la obra del secretario de la Primera Junta aparece en continua expansión a pesar de haber fallecido hace más de doscientos años. Esto ocurre porque con cierta regularidad se le han imputado nuevos escritos. En general, esas atribuciones han sido aceptadas sin mayores cuestionamientos a pesar de que incluyen pensamientos, cuanto menos, curiosos y desconocidos en su obra pública. Muchas de esas imputaciones resultan ser completamente inexactas. Los equívocos más recientes ocurrieron a partir del redescubrimiento del archivo de Moreno a comienzos de la década del sesenta y no han cesado hasta hoy. Estas concepciones erróneas se han amplificado y difundido en textos académicos y en congresos. Por ejemplo, podemos asegurar que el clásico libro Dr. Eduardo Dürnhöfer, Mariano Moreno: Artículos que la “Gazeta” no llegó a publicar (1975) no incluye ningún documento original del Dr. Moreno. Todos los que allí se presentan como si fueran del secretario de la Primera Junta son sólo meras traducciones de originales franceses de principios del siglo XIX. Ninguno expresa de primera mano el pensamiento del prócer, como se ha tratado de hacer creer. Esta es otra historia que merece un lugar propio.

 

Conclusión

La nueva evidencia que asegura que largos párrafos del Plan de operaciones fueron copiados de la traducción española de una novela francesa de la época napoleónica publicada recién en 1810, vuelve prácticamente inadmisible la posibilidad de que Mariano Moreno haya sido el verdadero redactor del Plan, y solo aumenta la certidumbre de que, como se sospecha desde hace mas de cien años, el Plan sea solo un documento forjado por manos contrarrevolucionarias con el fin de ser un instrumento más en la búsqueda de una reacción de las cortes lusitana y española en contra del gobierno porteño. En particular de su dominio sobre la Banda Oriental. En un oficio del 21 de julio de 1815, enviado por Paulo Fernández Vianna al príncipe regente de Portugal, entre los argumentos que utiliza para tratar de convencerlo de la necesidad de poseer algunos puntos en la Banda Oriental, saca a relucir al Plan de operaciones y sus amenazas para con el territorio del Brasil. Por lo tanto, tal vez sí el Plan haya contribuido –al menos en una mínima parte– a que la corte del Brasil tomara la decisión de invadir y conquistar nuestras Provincias Unidas. Esta reacción, ocurrió en 1816 cuando esa Banda se hallaba en manos de José de Artigas ya separada irremediablemente de la dominación del gobierno porteño.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy