La Biblioteca Sarmiento y la cultura de Santiago del Estero La Biblioteca Sarmiento y la cultura de Santiago del Estero
La Sociedad Sarmiento fue fundada en 1888 por don Belisario Flores, docente normalista, y por los datos de archivo, escribe el primer estatuto, y alienta a los socios a asistir a la escuela nocturna de la citada sociedad. La misma estuvo formada por obreros urbanos, en su mayoría analfabetos, y desprotegidos en servicios sociales (médico y sepelios), por lo que la sociedad fue de socorros mutuos, una forma de asociación muy común en esta época. Esto ocurrió el mismo año que abría sus puertas el Teatro Recreo, para recibir a las compañías teatrales españolas, que según Arturo Bustos Navarro fue conformada por artesanos en un primer momento, lo que refleja la presencia de los sectores obreros en la vida cultural de la “ciudad” 1. Un importante paso para esta Sociedad fue la inauguración de su Biblioteca pública en 1893. Las otras sociedades estuvieron presentes, apoyando tal evento de gran importancia para la cultura en Santiago. En 1893 Gumersindo Sayago, docente del Colegio Nacional, presidente de la Sociedad Sarmiento, en una conferencia en la citada institución la ubicaba dentro de la realidad cultural en Santiago, decía: (...) “Si en otro tiempo, bajo los auspicios del grande educacionista don Domingo F. Sarmiento se estableció en el Colegio Nacional, fundado por él, otra Biblioteca, ella tenía un carácter propio y particular y con el transcurso de los años estuvo sujeta a múltiples pericias, que hacían sentir la necesidad de otra de un carácter más general que fuera mas accesible a todos los ciudadanos. La Sociedad Sarmiento, cuyo fin no es solamente practicar el socorro material, sino también el de propender el mejoramiento moral y social de las clases más modestas del pueblo, comprendió esta necesidad y con un afán y una perseverancia dignas, sin duda, de encomio y de fomento, acometió la grande obra, y merced al concurso de sus socios y de otros ciudadanos amantes del bien público (...) A la verdad, si consideramos el rol importante que en la civilización de los pueblos desempeñan el libro y las Bibliotecas, nuestra Biblioteca no es más que un embrión, un principio, un asomo de lo que sería necesario que fuese para merecer la honra de ser, desde ya, contada entre los adelantos verificados en la sociedad santiagueña, de algunos años a esta parte”2 (...) Así, Sayago pensó a la Sociedad Sarmiento como un centro cultural popular, abierto a los sectores populares, diferenciándose del Colegio Nacional, que quedó inmerso como una institución para las elites. En 1899 la Velada cultural/ literaria organizada por la Sociedad Sarmiento en el Teatro Zanetti, nos indica el prestigio que va obteniendo la institución dentro de la elite, hubo en la misma recitales de piano, una representación teatral a cargo del grupo de aficionados dirigidos por Félix O. Cordero, declamaciones, destacándose el poeta Santiago Lugones, difusor de Ruben Darío en Santiago, y un discurso de apertura a cargo de Baltasar Olaechea y Alcorta, dijo el intelectual: “(…) Creo que todos estaremos conformes en afirmar que pocas veces se ha dado en Santiago una fiesta social de fines tan elevados y de carácter tan simpático a todos los gremios y a todas las opiniones, como la que celebramos ahora con las complacencias que animan al espíritu, cuando se lleva a cabo tan útil y honrosa a la vez para los que la realizan. Fomentar y proteger una asociación que tiene por primordial objetivo la formación siempre creciente de una Biblioteca popular como la denominada Sarmiento, es hacer el bien con amplitudes infinitas y con beneficios incalculables (...). Estimular la tarea generosa de la Sociedad Sarmiento, en esta época en que tantos inauditos esfuerzos se hacen por la instrucción pública (...) que recomienda la cultura y las aspiraciones de la sociedad santiagueña (...) imprimamos nervio y acción a asociaciones de la índole de la Sarmiento” 3 (…) Varios aspectos se pueden destacar de este discurso; primero, que con esta Velada se inaugura un estilo de sociabilidad cultural moderna, que viene a reemplazar a las tertulias o reuniones sociales, que son un rasgo del siglo XIX, aunque la Velada en sí, sea una nueva forma de reunión social, pues es la elite su público -especialmente el femenino- , y segundo la elite a través de Alcorta, se hace cargo de alentar la constitución de este tipo de sociedades, que vienen a complementar la política educativa de la citada Sociedad, y a mostrar la importancia que tiene la cultura para estos intelectuales, como herramienta de cambio. En esta etapa los docentes fueron los principales socios de la Sociedad Sarmiento, que impulsaron su actividad cultural. Resultado de esto, se formó la Sociedad Magisterio que nació en 1900, y fue toda una Asociación cultural liberal, que tuvo el fin principal de difundir el positivismo y el laicismo, reforzando la tarea que la escuela por la misma senda ideológica realizó en la sociedad. La Sociedad Sarmiento fue su sede, en la cual esta organización pronto se convirtió en referente cultural. Información publicada por diario EL LIBERAL. Director. Lic. Gustavo Ick. Notas: 1.Bustos Navarro, Arturo (1948), Fecundo desarrollo tuvieron las instituciones culturales, en el EL LIBERAL, número del cincuentenario, Sgo. del Estero, p. 198. 2. Contreras Lugones, Miguel (1925), Anales de la Biblioteca Sarmiento, Molinari, Sgo. del Estero. p. 81, y Estatutos de la Sociedad Sarmiento de Socorros Mutuos (1889), Imprenta M. Moreno, Buenos Aires, p. 12. 3. Olaechea y Alcorta, Baltasar (1909), Ecos del interior, Ribas y Compañía, Sgo. del Estero, p. 128.