Un joven intentó quitarse la vida arrojándose al vacío desde el techo

Verdaderos momentos de tensión se vivieron en un inmueble de calle Chubut entre Sarmiento y San Martín. Durante más de dos horas, un joven amenazó con quitarse la vida arrojándose al vacío desde un techo, con un cable atado a su cuello. Un amplio despliegue policial se montó en el lugar, los vecinos se vieron alterados y aguardaban el desenlace.

El joven apodado “Jonás”, después de una larga “negociación” con la Policía, finalmente se arrojó al vacío, pero fue asistido rápidamente y no llegó a provocarse lesiones de consideración, siendo trasladado de urgencia al Hospital Regional para que le realizaran estudios más específicos.

La odisea comenzó minutos antes del mediodía. De acuerdo con las fuentes, “Jonás” de 28 años domiciliado en el barrio Ulluas, había llegado a la casa de una tía en calle Chubut tras haber compartido una noche con sus amigos en un cumpleaños, donde consumió bebidas alcohólicas.

De acuerdo con lo manifestado por las fuentes a EL LIBERAL, el joven arribó a la casa de sus familiares donde residió mucho tiempo, y en un estado de nerviosismo habría comenzado a provocar desorden, quizás por el estado de ebriedad y no descartan que haya consumido otro tipo de sustancias.

Lo cierto es que se solicitó la presencia policial por esta situación, y cuando llegaron los primeros uniformados, “Jonás” decidió escaparse de la casa de su tía, e ingresó a la casa colindante y subió al techo donde se inició la pesadilla.

Desde las alturas tomó un cable aparentemente de teléfono o coaxil, lo dio tres o cuatro vueltas en su cuello y la otra punta la sujetó a un tanque de agua.

Ante el pedido desesperado de su familia para que no cometiera una locura, él amenazaba constantemente con arrojarse al vacío.

En cuestión de minutos arribaron efectivos de la Seccional 4ª, Prevención Zona Centro, Unidad Ciclística, Usar, un negociador de la Policía y una psicóloga.

El ir y venir de móviles policiales alteró la calma también de los vecinos que se agolparon en las esquinas tratando de “descubrir” qué era lo que sucedía.

Mientras, “Jonás” con el torso desnudo y a los gritos, continuaba amenazando con arrojarse ante el menor indicio de que los efectivos policiales intentaran subir al techol.

Finalmente, después de más de dos horas, cuando las negociaciones no habían llevado a ningún resultado, el personal policial se aprestaba a subir a la cubierta del inmueble, “Jonás” decidió arrojarse al vacío. Su tía vio la secuencia. Su grito al verlo en el aire estremeció a todos los presentes. Por fortuna, el cable cedió, ya que el tanque de agua estaba vacío. El joven fue asistido de inmediato y trasladado al Hospital Regional, donde inició su recuperación.