Elección vocacional

Más allá de lo sencillo que parece el tema, la elección de una carrera se presenta en la vida de un ser humano como un aspecto de suma importancia para su propia existencia. La función laboral que desempeñará sobredeterminará los factores: intelectuales y afectivos además de los económicos con los cuales convivirá.

Por todo ello, quien elige debe ser el autor de esta elección. En este proceso no se encontrarán solos, los acompañarán las personas de su contexto inmediato: familia, amigos y docentes con todas las sugerencias y consejos que ellos consideran serán los ideales.

Las distintas posturas de estas personas son las inevitables identificaciones que todo ser humano internaliza de manera inconsciente, sin proponérselo y son justamente las que pueden confundir a quien elige.

El camino más conveniente para dilucidar una elección es abordar un proceso de orientación vocacional, que no se tratará de un test de preguntas y respuestas, sino de varios encuentros con una psicopedagoga o especialista en el tema, a los fines de poder diferenciar que aspectos personales están proyectados en este proceso de elección de carrera y que otros factores podrían desvirtuarla. En este abordaje, deben asistir los padres del alumno, pues son los que brindaran al terapeuta las características principales del contexto donde se desarrolla la vida de quien elige y las posibles influencias afectivas que desvirtuarían una autentica decisión.

Se debe recordar que es una elección totalmente personal, de la misma manera que lo será el despliegue de la profesión elegida. Trabajar en lo que apasiona es un importante modo de apuntalar la salud mental de quien lo realiza. Nadie tiene porque vivir su vida en función del deseo del otro. l