"Su voz tenía un color de humildad, la humildad propia de los cantores de Santiago" "Su voz tenía un color de humildad, la humildad propia de los cantores de Santiago"
El poeta santiagueño Adolfo Marino "Bebe" Ponti, en declaraciones a EL LIBERAL, destacó que la voz de Guillermo "Fatiga" Reynoso "tenía un color de humildad, la humildad propia de los cantores de Santiago del Estero, de los cantores del interior profundo. Vamos a extrañar muchísimo esta voz y la vamos a tener como un símbolo de lo que fue el canto más silvestre".
"Su voz podía ensamblar el registro de Los Manseros. Seguramente, van a tener algún reemplazo pero son reemplazos difíciles porque son voces únicas, son voces que la naturaleza da por ciclos", añadió.
"Si me permiten una metáfora, su voz parecía la de un montaráz con un ala clavada en el pecho. Es por eso que sonaba de manera tan particular, tan original. En ese registro se encarnaba la vida. Si quedaba un sinónimo de vidala, de voz de vidala, de voz de monte adentro, era la de "Fatiga". El país entero tenía emparentado a Los Manseros Santiagueños con este género tan nuestro, tan de monte adentro", dijo.
"Cuando Los Manseros actuaban en los escenarios del país, siempre, "Fatiga" entonaba una vidala. Se la pedía el pueblo. "Fatiga" era uno de los últimos representantes instituido que tenía la vidala", dijo y contó que el apodo de "Fatiga" se lo puso "el genial Hugo Díaz".
"La muerte de "Fatiga" significa una pérdida para el folclore argentino; para el canto santiagueño, mucho más todavía porque su voz se inscribe en uno de los registros más auténticos", destacó.
