Una emprendedora que logró hacer de su hobbie, una salida laboral

Cuando era pequeña, a Silvia su mamá le regalaba revistas de moda y de bijouterie, las que fueron sus primeras herramientas de aprendizaje. Ahí, en esas páginas aprendió a manejar el alambre y los hilos para volcarlos en formas de aros, pulseras, collares. “Mi mamá fue mi principal inversora”, recuerda ahora, varios años después de haberse iniciado en esta actividad artesanal.

Ahora, todas aquellas creaciones que comenzó a pergeñar de niña, tienen nombre y diseño propio y un lugar permanente de exposición y ventas. Pero la emprendedora aún quiere seguir aprendiendo en el camino del arte de hacer nudos a través del macramé.

¿Cuál es el nombre del negocio, qué tipo de productos comercializa y desde cuándo está abierto?

Mis producciones llevan el nombre de “Por el índice del Sol”. Realizo joyería en macramé como aros, collares, pulseras, tobilleras. Macramé se define como “el arte de hacer nudos”, esta es una práctica antigua donde solo se utilizan las manos para ejecutarlo. Utilizo hilo encerado del tipo brasilero y a esta técnica yo la combino con alpaca y piedras preciosas. Cuando me inicié en esta actividad era adolescente, lo hacía como entretenimiento, empleaba en el tejido puntos básicos y cuentas de madera.

¿Cuál fue la inversión inicial que hiciste para comenzar?

Recuerdo que mi mamá me compró una colección de revistas de bijouterie donde te enseñaban diferentes puntos del macramé, el uso de diferentes herramientas, los modos de manejar el alambre etc. Ella fue mi principal inversora. De allí aprendí mucho y me abrió una puerta a un mundo infinito, que aún sigo explorando. Lo que producía lo usaba yo o lo regalaba. Mis únicas intenciones eran aprender, crear. Me animé a la venta como cinco años después, cuando tomé conciencia de lo que valían mis creaciones, que podía percibir un ingreso para solventar mis gastos, incentivada también por personas cercanas que me animaban a ello, a vender lo que hacía.

¿A qué te dedicabas antes de iniciar el emprendimiento?

Además de ser artesana soy trabajadora social. Es una carrera que elegí apenas terminé mi secundaria, en paralelo, en mis tiempos libres me dedicaba a tejer macramé. Hasta la actualidad practico las dos profesiones juntas. Son mis dos pasiones.

¿Cómo surgió la idea y la decisión de dedicarte a este rubro?

Elegí dedicarme a este rubro casi por instinto y lo sigo eligiendo así. Siento una conexión muy fuerte entre las ideas que me vienen a la mente, mis manos y los hilos; que es maravillosa, mágica. Cuando termino un trabajo es como si algo floreciera en mí. Y esa flor son un par de aros, un collar, una pulsera.

¿Cuáles fueron los miedos más fuertes a la hora de lanzarte? ¿Cómo los superaste?

Fue por fines del año 2011 que me decidí a mostrar y comercializar mis trabajos haciendo frente al miedo de que ellos no fueran apreciados o valorados. Me acerqué a la feria de artesanos de Las Chismosas y me cedieron un espacio. Esto me animó muchísimo a seguir invirtiendo en la producción y aprendiendo. Otra inseguridad era el temor a no poder cubrir la producción necesaria que te demanda sostener un stand, por suerte nos acercamos con una compañera con quien por muchos años compartimos stand y de quien aprendí muchas técnicas y las modos de producir. Celeste, macramesera de pura cepa. De esta manera fui confiando más en mí, en mis trabajos, aprendiendo más técnica, realizando trabajos más elaborados, combinando diferentes materiales.

¿Cuáles crees que son las dificultades más importantes por las que pasa un emprendedor en sus inicios?

Considero que hay dos tipos de dificultades preponderantes: una subjetiva, que es la falta de confianza en uno mismo, el no valorar su trabajo, lo que uno ha sido capaz de elaborar. Por otro lado, la dificultad objetiva como el no contar con un espacio donde comercializar aquello que se produce. Si bien las redes sociales son una muy buena herramienta para ello, tener acceso y exhibir en una feria te permite una llegada masiva a un público más diverso. También el tener cercanía y compartir con otros artesanos o emprendedores te permite aprender, crecer y mejorar tu producción y tener mayor conciencia del camino que transitas.

¿En qué punto crees que está hoy el emprendimiento? ¿Ya está maduro? ¿Qué crees que le falta?

Hoy hago un repaso de mis primeros trabajos y de los que hice hace poco y veo un crecimiento muy notorio y valiosísimo. He afilado la precisión y la prolijidad, combino colores y materiales de una manera más armónica. También soy más consciente que cada producción está cargada de energía, de intención, de pensamientos, de momentos, de sentimientos que se trasmiten y se notan, y busco que las personas lo identifiquen. No siento que esté en una etapa cúlmine. Cuando una se aventura en esta profesión de ser artesana nunca deja de aprender, vas aplicando técnicas más complejas y diversos elementos. La evolución es constante. Por eso, siento que me falta mucho camino por recorrer.

¿Hay herramientas del tipo financieras, de capacitación u otras que se puedan encontrar en programas oficiales del Estado nacional, provincial o municipal?

Actualmente existen muy pocas herramientas de tipo financieras, que son las fundamentales para montar cualquier emprendimiento o sostenerlo. Muy poco se promueve la producción de la economía popular y social, a diferencia de años anteriores que se podía acceder a programas que te permitían encaminar tus proyectos de manera individual y colectiva. Los espacios para artesanos o productores de la economía social que existen y se sostienen a nivel nacional y local devienen de esa políticas promovidas por el estado nacional de hace más de cinco años. Lo que hay que defender y cuidar como colectivo, como sociedad, ya que no solo es un medio de subsistencia para quienes vivimos de esto, si no también contiene la identidad de un pueblo, su cultura, lo auténtico. Cuando vamos a visitar una ciudad uno de los principales lugares que buscamos visitar es una feria, porque buscamos conectarnos con eso y llevarnos un recuerdo eso.

¿Cómo utilizas las redes sociales? ¿Te sirven para ganar nuevos clientes?

Las redes sociales son una gran herramienta, por ser de fácil manejo y alcance masivo. Tengo una página en Facebook donde promociono mis trabajos y por donde me comunico para recibir pedidos, que invito a todos/as a que visiten que se llama: “Por el índice del sol-Joyería en macramé”. Así también nuestra feria de artesanos cuenta con un usuario en Facebook que es “Asociacion de Artesanos Las chismosas”, donde mostramos los diferentes trabajos de los artesanos que la componemos, promocionamos los días en que nos pueden visitar y las actividades artístico-musicales que organizamos.

¿Cuáles son los planes que tienes a futuro para tu negocio?

Tengo más que nada deseos y necesidad de seguir aprendiendo, mejorando, creciendo. Aplicando herramientas como la joyería en metal, que quedan tan bonita con el macramé. Y poder hacer ferias en otras provincias y países, que eso es lo que te renueva de muchas maneras. Deseo y promuevo también a que las personas que gozan de ver los trabajos artesanales, sean conscientes y valoren las producciones artísticas, autóctonas, que tanto amor, sacrificio y tiempo nos implica.