El rol del papa Francisco y de Hebe de Bonafini en la política argentina

Dentro del amplio abordaje que realizó en su análisis de la actualidad argentina, el intelectual Marcos Aguinis se refirió al rol del papa Francisco que divide posturas en la opinión pública, como también a la de una figura polémica, como la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Mientras por un lado pidió mesura y no apresurar un juicio de valor sobre la incursión en la política doméstica y la tarea pastoral de Jorge Bergoglio, por el otro, cuestionó con dureza a la dirigente de izquierda. “Bordea lo grotesco”, definió.

-¿Considera que el papa Francisco ha tomado decidida participación en la política nacional? ¿Qué opinión le merece ello?

-Es obvio que le interesa mucho Argentina. En mis conversaciones con el cardenal Bergoglio y luego con el papa Francisco, siempre manifestó su preocupación por el país. Es un hombre con mucho olfato político, y por eso trata de maniobrar lo mejor que puede. Al mismo tiempo, está obligado por su función pastoral, que exige atender y mezclarse con los pecadores. No nos apuremos en juzgarlo.

-¿Cómo evalúa la actitud que han tenido los organismos de derechos humanos con el nuevo gobierno, sobre todo Hebe de Bonafini?

-Hebe de Bonafini es arrogante, egoísta y cruel. Cumplió bien su función al principio. Ahora avergüenza a las genuinas Madres de Plaza de Mayo. Desprecia la democracia y el derecho. Sólo apoya aquello que la beneficia. Es caricaturesca y bordea lo grotesco.