Gonzalo Heredia: "Que haya novelas extranjeras es el negocio de la televisión"

La literatura es otra de las pasiones de Gonzalo Heredia, después de la actuación. "Estoy leyendo mucho y escribo, algo que me apasiona", le dijo a EL LIBERAL minutos antes de regresar a Buenos Aires. El esposo de la actriz Brenda Gandini estuvo en Santiago haciendo presencia en un conocido boliche capitalino.

Ahora que tiene tiempo, luego de haber concluido con las grabaciones de "Los ricos no piden permiso", el yerno de la modelo Daniela Cardone, profundiza en textos de Truman Capote, de quien ya leyó "A sangre fría" y ahora está con "Música para camaleones", además de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Alberto Fuguet, Roberto Arlt, Augusto Roa Bastos y Roberto Bolaño, entre otros.

Después de un año agitado con "Los ricos no piden permiso", donde su personaje Agustín tuvo jugadas escenas con el de Agustina Cherri (Elena, en la ficción), decidió descansar para disfrutar de la familia, la literatura y la escritura, además de realizar actos de presencias en boliches, como el que lo trajo a Santiago.

¿Es la historia, las actuaciones o un todo lo que hizo que "Los ricos no piden permiso" se afianzara?

Muchas veces pasa, creo que la mayoría de los casos, que es el público quien elige y muchas veces no se sabe si es por la historia, por el elenco o porque sí. No se tiene muy en claro el porqué sino todo el mundo haría lo que la gente quiere. Creo que aquí se conjugó un poco el elenco y la historia, que es el típico culebrón, la típica telenovela de lo cual ya hubo indicios que a la gente le gustaba. Creo que se conjugó un poco de todo eso.

¿Los personajes complicados, son los que te generan un mayor desafío o los que prefieres?

No sé, no lo pensé tanto. En este último personaje (Agustín) yo, la verdad, me sentí muy cómodo porque también, el hecho de hacer telenovelas, que nunca había hecho, telenovela en el fiel estilo del culebrón. También tuve compañeras que me ayudaron mucho, que hicimos un buen triángulo, además de tener una muy buena dirección. Entonces, todo pudo confluir en una misma dirección y eso se vio. A la gente le gustó, nosotros nos divertíamos haciéndolo y creo que eso se vió también.

¿Cómo avizoras el futuro de la ficción en la Argentina ante el masivo desembarco de novelas extranjeras?

No sé, el futuro de la ficción no sé, no por el tema de los enlatados sino por el tema de las plataformas. Hay distintas plataformas. Cualquiera puede ver, de hecho lo ve, los capítulos de una novela o una serie en un teléfono. Entonces, creo que el futuro de la televisión va para ese lado. Las plataformas van a modificar mucho lo que está implícito. Después, el hecho de que haya novelas extranjeras es el negocio de la televisión, siempre va a ser un negocio, nunca va a dejar de serlo y creo que se imponen modas. Ahora son las novelas enlatadas y en su momento fue el reality show. Siempre va a ir mutando porque siempre se necesitan cosas nuevas o que digan que son nuevas para seguir facturando.