Mons. Bokalic llamó a "estar presentes entre tantas angustias, dolores y violaciones"

En el hall central del Hospital Regional, el obispo diocesano Mons. Vicente Bokalic ofició la misa de clausura del Año Santo de la Misericordia. Acompañado por sacerdotes de la diócesis, el prelado pidió que "la misericordia sea un estilo de vida permanente para el cristiano". En su mensaje a la comunidad, rescató que "el signo de la credibilidad de la Iglesia es la misericordia. Esta capacidad de compadecerse, comprometerse y jugarse por los más abandonados".

En este nuevo tiempo que comienza a vivir la Iglesia, Bokalic resaltó a EL LIBERAL: "Estamos fortalecidos y renovados. Fue una gracia muy especial que el Señor nos brinda de reencontrarnos con él, de su perdón, con su compasión y bondad. Nos quiere llenar de estos dones a nosotros para seguir esta ruta. No hay otra ruta para el cristiano".

También exhortó a las comunidades a seguir trabajando por el prójimo. "Como comunidades seremos creíbles en la medida que practiquemos gestos y compromisos de misericordia, justicia y verdad. Estar muy cerca del dolor, de niños y jóvenes. Ojala que esto se convierta en un estilo de vida", recalcó el obispo.

Cercanía

El obispo de Santiago del Estero pidió apoyar a aquellos que trabajan por los santiagueños están en situaciones difíciles. "Sabemos que, por ejemplo, las adicciones han avanzado tanto y muchos están esperando que nos acerquemos para asistirlos, acompañarlos y prevenirlos. Los niños abandonados, huérfanos a veces, son esos sectores a los que tenemos que estar atentos, cuidarlos y acompañarlos. Debemos favorecer que otros entren en estas campañas, también exigiendo que las autoridades hagan lo suyo", reflexionó.

Mensaje

De la celebración participaron los enfermos internados en el Hospital Regional y sus familiares, así como también servidores de diferentes parroquias.

"Con alegría compartimos con ustedes la clausura del Año del Misericordia. El papa Francisco nos ha llamado para sacarnos un poco de una modorra, para concentrarnos en lo que es esencial. Los cristianos a veces nos perdemos en pequeñeces, gastamos talentos y esfuerzos en cosas que no son esenciales. él nos ayudó a centrar nuestra vida en la fe, en descubrir, experimentar, sentir y volver a Dios que es un Padre Misericordioso", resaltó Bokalic.

Asimismo, dijo que "hoy quisimos hacer este gesto de estar aquí en el Hospital Regional. Este es un hogar de misericordia, de sufrimiento, angustia, tristeza y también de la esperanza. Es un lugar donde lucha la vida y la muerte, de tantos hombres y mujeres de nuestra tierra. Queremos que la misericordia sea un estilo de vida permanente para el cristiano".

También rescató que el hospital "es un santuario para descubrir la misericordia de Dios" y que "ojalá cada casa sea un santuario para esa misericordia".

El obispo también pidió perdón "porque muchas veces pasamos de largo ante el sufrimiento y el dolor". Por último, dijo que "el Año de la Misericordia no es un evento, sino que apunta a modificar cada una de nuestras vidas.

Estamos llamados a estar presentes entre tantas desesperaciones, angustias, dolores, violaciones".