Pericia genética permitiría esclarecer el crimen de María Alejandra Concha

Una pericia genética podría ser la llave para esclarecer el crimen de María Alejandra Concha, la vecina del barrio Santa Rosa de Lima que fue hallada sin vida, con lesiones en su cráneo, en el interior de su propia casa.

A días de que se cumplieran ocho meses del asesinato, la Justicia del Crimen interviniente dispuso que los investigadores locales solicitarán la colaboración de especialistas en genética de Gendarmería Nacional, en busca de algún rastro del homicida.

El cadáver de Concha fue encontrado a centímetros de la puerta de ingreso de su casa. Tenía golpes en el rostro y en otras partes del cráneo y tapado el rostro con una toalla, pedazos de nailon y una silla. No faltaba ningún elemento de valor de su domicilio.

Altas fuentes ligadas a la investigación confiaron que la jueza del Crimen de Quinta Nominación, Dra. Rosa Falco, autorizó a los efectivos de la División Homicidios y Delitos Complejos para que se lleven algunos de los secuestros a los laboratorios de Gendarmería Nacional en Buenos Aires.

La toalla, la silla y los pedazos de nailon, analizados en dicho laboratorio con una técnica denominada "ADN tocuh", que consiste en extraer de los elementos secuestrados células humanas que puedan haber quedado en los objetos en el tacto. Es decir, buscarán determinar si en los elementos que había sobre el cadáver, hay otro patrón genético que no sea el de la víctima.

Las fuentes apuntaron que hay muchas expectativas puestas por parte de los investigadores y de la jueza Falco en la pericia que se llevaría a cabo en los próximos días.

El caso

El 17 de marzo último, una joven de 28 años de apellido Soria se presentó en la Comisaría 10ª señalando que hacía dos días no tenía noticias de su madre, solicitando que los efectivos la acompañaran para ingresar a la casa de la mujer en el barrio Santa Rosa de Lima. Los uniformados, la joven y dos testigos llegaron al inmueble, encontraron el portón de la calle abierto, pero la puerta de ingreso estaba con llave. Utilizando la fuerza ingresaron y encontraron el cuerpo de Concha.

La jueza Falco, los investigadores y peritos de Criminalística se hicieron presentes en el lugar e iniciaron las averiguaciones del caso.

Casi desde un primer momento las sospechas apuntaron hacia el yerno de la víctima y pareja de la joven Soria, sin embargo no habría hasta ahora elementos que lo incriminen directamente, aunque permanece preso por supuesto falso testimonio.

Los investigadores presumen que el asesino conocía muy bien a la víctima y esperó a Concha dentro de su casa. El homicida había roto el foco del comedor antes de la llegada de la mujer, por ello cuando ella ingresó el inmueble estaba a oscuras. Apenas puso los pies dentro de su casa, el autor del crimen la atacó salvajemente sin darle oportunidad de defenderse. La golpeó con un elemento contundente y le provocó hundimiento del cráneo, además de numerosos golpes de puño. Concluida su faena -en un acto extraño, pero que dice mucho- tapó el rostro de la víctima con una toalla y nailon, y puso una silla sobre ella. Luego se dio a la fuga, aparentemente sin dejar rastro.