Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Evangelio según Mateo 24, 37-44

27/11/2016 00:47 El Evangelio
Escuchar:

Evangelio según Mateo 24, 37-44 Evangelio según Mateo 24, 37-44

Lue go de a f i rma r

que sólo el Padre sabe

el momento de la Parusía,

es decir, de la revelación

definitiva del Hijo,

Mateo describe con

rasgos apocalípticos

la venida del Hijo del

Hombre.

La comparación con

los días de Noé acentúa

el aspecto de ignorancia

del momento de la parusía.

La gente vivía su vida

cotidiana en los días

previos al diluvio: comían

y bebían, los jóvenes

varones se casaban

y los padres casaban a

sus hijas. No sospechaban

nada: entonces cayó

el diluvio sobre ellos

y los exterminó. La comparación

nos da a entender

que la Parusía del

Hijo del Hombre es una

catástrofe, algo devastador

como el diluvio, que

Mateo utiliza para advertir

a su comunidad a

cerca de la irrupción inesperada

de Cristo en el

mundo.

A pesar de este lenguaje

el texto no supone

una “amenaza”, ni un

castigo para los culpables.

Sí, un llamado a vivir

el seguimiento de Jesús

con responsabilidad

porque los discípulos no

saben ni el día ni la hora

de su manifestación definitiva.

La vigilancia nos remont

a a l a pr á c t i c a

orante y celebrativa de

las comunidades en los

primeros tiempos que

luego pasó a significar

la actitud ética de seguimiento

del Señor que se

expresa en la responsabilidad

ante los semejantes,

la obediencia activa

desde los talentos

recibidos y, sobre todo,

el amor a los hermanos

más pobres. Vigilar implica

una relación con el

Cristo viviente, que volverá

como juez universal

y emplazará a todos

los humanos ante su tribunal.

Es ta vigi lanc ia es

ejemplificada por Mateo

a través de la parábola

del dueño de casa ante

la contingencia de un

robo. Si el dueño de casa

supiese a qué hora vendría

el ladrón estaría vigilante

para evitar el robo.

Ahora, los cristianos,

como no sabemos el día

y la hora de la venida del

Cristo glorioso, tenemos

que estar vigilantes, permanentemente

preparados

para este acontecimiento.

Conclusión

Comienza el tiempo

de adviento, que principalmente

refiere al nacimiento

de Jesús en la

Navidad. Es un tiempo

marcado por la esperanza

y por lo tanto propicio

para la conversión

personal y eclesial. Sería

erróneo, colorearlo

con tintes amenazadores

cuya pretensión sería

la conversión “forzosa”

de los creyentes.

Se trata de un tiempo de

gracia, de alegría y profunda

esperanza, porque

una vez más, Jesús,

el niño humano y divino,

nacerá entre nosotros

para recordarnos

que Dios nos ama y está

dispuesto a ofrecernos

la salvación.

Por eso, la mejor manera

de prepararnos para

el encuentro con Jesús,

es tener como propone

Mateo a su comunidad,

una actitud vigilante:

de oración constante,

de servicio desinteresado

a los hermanos,

esforzándonos por

multiplicar los talentos

recibidos y amando

a todos, en especial a los

más pobres.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy