La dieta empeora y se comen más productos preelaborados

La mala alimentación es una realidad que aterra en el país, y Santiago del Estero no está exenta. Estudios revelan que se ahondan las deficiencias de nutrientes esenciales y crece el consumo de otros que no son beneficiosos. Todo, en un contexto de marcada monotonía alimentaria.

Según datos relevados por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares y analizados por el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), el escenario es francamente desolador: descendió el consumo de lácteos y pan, pero ascendió el de arroz, galletitas dulces, amasados de panadería y bebidas azucaradas.

Según indican en los últimos 20 años hubo modificaciones en la estructura de los alimentos más que en los nutrientes. En la actualidad se ingiere más azúcar y especialmente provista por gaseosas y bebidas. Es un hecho consistente con el aumento del sobrepeso y la obesidad que se observa en esos estratos. El contexto es bajo en nutrientes críticos y alto en riqueza calórica.

"Como consecuencia del impacto de los nuevos estilos de vida que ha condicionado el consumo, además del desarrollo de avanzadas tecnología, en el área agroalimentaria que ha puesto a disposición de los consumidores los alimentos listos para consumir o preelaborados especialmente diseñados para facilitar la preparación y el consumo. Esta condición representa un riesgo por exceso a micronutrientes como el sodio y macronutrientes como los carbohidratos refinados. En este último periodo las políticas sanitaria que se establecieron lograron regular la industria alimentaria, ya que se reconoce la alimentación como una herramienta de protección de la salud y prevención de enfermedades" analizó la Lic. en Nutrición, Raquel Carranza.

En la actualidad, hay un déficit de consumo de los nutrientes críticos, y prevalece el consumo de las calorías, según expresa la profesional.

"Conforme a lo observado en la consulta diaria a pacientes existe coincidencia con los resultados de la investigación del Cesni. No obstante continúa el déficit de consumo de los nutrientes críticos prevaleciendo el consumo de las calorías, que en ocasiones algunas encuestas revelan que el consumo de alimentos está guiado, en primer lugar por la condición económica y el gusto, seguido de la comodidad en su elaboración, y en último lugar por su valor nutricional", manifestó la especialista.