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EL LIBERAL . Padre Koffi Gilbert

La importancia del bautismo en la vida cristiana

07/01/2017 22:48 Padre Koffi Gilbert
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La importancia del bautismo en la vida cristiana La importancia del bautismo en la vida cristiana

Juan Bautista en el río Jordán empezó a hacer un bautismo de conversión con agua, y con esto también lo hizo a Jesús, aunque es Dios, para que entre en nuestra cultura y espíritu, para asociarse y vivir las condiciones de esas personas que estaban, aunque no tenía pecado.

Después Jesús va a mandar a sus discípulos a todos lados para que puedan enseñar y bautizar con agua y con el Espíritu Santo. No es únicamente de conversión, sino también para que puedan recibir la gracia de Dios y para vivir como hijos e hijas de él.

Por eso es muy importante el bautismo, aunque la mayoría de los argentinos han recibido este bautismo siendo niños. Quizás no se acuerdan, conservan las fotos para recordar esa importancia del bautismo en la vida cristiana.

El Catecismo de la Iglesia Católica habla de este sacramento que es fundamental no para solamente la formalidad. Dice: “El santo bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu. La puerta que abre el acceso a los otros sacramentos”.

Por el bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y partícipes de su misión. Hay un objetivo, una misión: entrar en la familia de Dios.

A veces podemos equivocarnos cuando la persona dice que se va a bautizar, pero es un sacramento que recibimos.

Este sacramento recibe el nombre del bautismo en alusión al carácter del rito central viviente que se celebra: bautizar significa sumergir. La inmersión en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con él como criatura.

El bautismo es para que lleguemos a ser nuevas criaturas, entrar en ese espíritu de Dios.

Se hace en la iglesia, no hay un bautismo privado. Desde el comienzo todo se hace en la comunidad, por eso los padres deben entrar en ese espíritu de comunidad, decir que es miembro de esa parroquia.

Son los padres los que deben tomar la iniciativa de bautizar a sus hijos, no los tíos ni abuelos. Porque después hay que educar en la fe. ¿Para qué voy a bautizar a un niño si no doy testimonio, ni voy a la misa?

El bautismo también es una iniciación cristiana. Hay tres sacramentos de iniciación: bautismo, eucaristía y la confirmación. Por eso los padres deben dar una educación antes de la primera comunión.

Es importante saber que sin el bautismo no podemos hacer nada. Si bien muchas personas no han recibido el bautismo, nunca es tarde para recibirlo, porque no hay edad, ni vergüenza. Hay que acercarse a una parroquia para recibirlo. Dios es el que manda y no hay que tener vergüenza.

Bautizados

Los que hemos recibido el bautismo hace años, ¿qué hemos hecho como bautizados? ¿Cuál es mi testimonio o las obras para manifestar que hemos recibido esa gracia de Dios? No es únicamente para decir que somos devotos, sino que hay vivir como bautizados realmente; toma importancia del sacramento, iniciativa para dar testimonio.

Cuando miramos el bautismo del Señor no es algo que queda, porque él ha recibido el bautismo, luego al Espíritu Santo y ha salido del río para ir a misionar y comenzar su vida pública. Y nosotros que lo hemos recibido hace mucho tiempo debemos salir de nuestras casas para dar la posibilidad de ir a misa.

El bautismo es la fuerza para ser testigos de Cristo.

Debemos preguntarnos: ¿por qué he recibido el bautismo? ¿Cómo llega este bautismo hoy? No debemos quedar sólo como bautizados, sino ser cristianos, porque como dice San Pablo “no es yo quien vivo, sino es Cristo que vive en nosotros”. Debemos renovarnos como nuevas criaturas y dejemos que la gracia renueve nuestra vida y contagiemos al mundo lo que hemos recibido.

Celebrando lo que ha pasado en la vida de Jesús, a través del bautismo, debemos recordar nuestro propio bautismo y a las personas que están a nuestro alrededor que vivan al bautismo no como una formalidad, sino como una misión.

Que a través de la celebración de esta fiesta, todos los bautizamos del Pueblo de Dios y como familia, digamos que sí a cumplir la voluntad, de Dios y entrar en el espíritu de renovación, misioneros y testigos de Cristo.

Pidamos a nuestra Madre, la Virgen María, para que nos ayude y tomemos conciencia de lo que hemos recibido y actuar como su Hijo quiere hoy y para siempre. Amén.

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