Tenía de rehén a su pareja en su auto, la amenazaba con un cuchillo y le decía: "Este es tu fin"

"No quiero que me maten, aguanté por mis hijos, pero ahora tengo miedo", fue el relato de una nueva víctima de violencia de género. El salvaje caso se registró durante las últimas horas del viernes en el interior de una casa del B° Santa Rosa de Lima, donde una mujer estuvo cautiva por más de 12 horas en su propio domicilio.

EL LIBERAL tuvo acceso a un brutal hecho de violencia que comenzó en el interior de una humilde casa ubicada en calle Romualdo Hellman entre Segundo y Tercer Pasaje. Allí se encontraba "María" (nombre ficticio) junto a su concubino Walter Mansilla (44).

Según revelaron las fuentes consultadas, la joven mujer tiene una hija de 6 años en común con el acusado y además tiene un menor de 8 de su anterior pareja. Hace aproximadamente un mes la pareja había decidido ponerle fin a la relación, pero como él era el sostén económico de la casa habían acordado vivir bajo el mismo techo.

La "separación" se había concretado de mutuo acuerdo, pero al parecer el sujeto no había asimilado la ruptura. Sobre el brutal ataque se supo que cerca de las 21 la mujer se encontraba con su teléfono celular enviando mensajes de texto a sus amigas.

Celos

Esta acción fue advertida por el acusado, quien comenzó a insultarla, acusándola de mantener una relación sentimental con alguien más. La mujer negó los hechos y el acusado fue hasta la cocina. Allí tomó un cuchillo carnicero y se acercó hasta donde se encontraba la víctima.

Sin importar que los menores fuesen involuntarios espectadores, la tomó del cabello y a la "rastra" la sacó de la casa, y la obligó a subir al automóvil. Los menores comenzaron a llorar y dieron aviso a su tío que reside a los pocos metros. éste llegó a la casa, pero nada pudo hacer por su hermana.

Mansilla arrancó su automóvil y emprendió una veloz huida. Tomó por Libertad y la llevó hasta la avenida de circunvalación. Metros antes de llegar a la intersección con Lavalle, redujo la velocidad con intenciones de ingresar a una zona montuosa.

Cautiva

Mientras le decía: "éste es tú fin", el acusado amenazaba con lesionarla con el cuchillo. Allí la mujer -que estaba segura de que esos eran sus últimos minutos de vida- trató de persuadir al acusado. Al lugar arribó su hermano, quien también intentó calmarlo y hacer que el albañil depusiera su actitud.

El acusado, fingiendo haber "entendido" que las cosas no se arreglaban con violencia, regresó con la mujer a su casa.

Allí aguardó hasta que su cuñado se retirara para nuevamente amenazar a su pareja. Con un cuchillo, el sujeto la obligó a dormir en la cama matrimonial que hace un mes no compartían.

Ella, temiendo por su vida y por el futuro de sus hijos, aceptó sin objeción alguna. María pasó la noche sujeto por los brazos de su pareja, quien en una de sus manos sostenía el cuchillo. Inmóvil, para evitar que se despertara y ocurriera una tragedia, la joven amaneció al lado de su captor.

Auxilio

Cerca de las 9, el sujeto despertó y como si nada pasara salió de la casa a comprar pan. Esos minutos fueron aprovechados por a víctima, quien tomó su celular y envió un mensaje de texto a una integrante del Servicio de Prevención de Violencia de la UPA Autonomía, quienes rápidamente acudieron.

éstas también alertaron a las amigas de la joven mujer y a efectivos de la Seccional 10ª. Analía una de las integrantes de la UPA llegó a la casa y allí "María" contó que teme por su vida. En ese momento arribó el móvil policial. La damnificada junto a sus hijos fue trasladada a la Comisaría del Menor y la Mujer donde radicó la denuncia.