Homenajearon a Piglia y lo recordaron como el gran lector de la literatura latinoamericana Homenajearon a Piglia y lo recordaron como el gran lector de la literatura latinoamericana
Teoría Literaria en la Universidad
de Buenos Aires (UBA); Saavedra,
poeta, crítico, periodista y
editor; y Alejandro Archain, gerente
del FCE local, participaron
del homenaje que se realizó este
mediodía en la sede del barrio
porteño de Palermo; desde donde
se comunicaron con el presidente
del FCE mexicano, José Carreño
Carlón, quien se encargó de coordinar
las videoconferencias.
“Piglia logró articular elementos
que solemos pensar de manera
opuesta, como la ficción y
la crítica literaria y logró hacerlos
funcionar juntos”, expresó Kohan
y señaló que el autor de “Respiración
artificial”, “Plata Quemada”
y “Prisión perpetua” también encontró
la manera de articular las
nociones de tradición y vanguardia.
Para Kohan, esa articulación le
permitió a Piglia escribir “Las tres
vanguardias”, un volumen de clases
en las que discutió la tradición
de la literatura argentina a través
de las obras de Juan José Saer,
Manuel Puig y Rodolfo Walsh.
Kohan hizo hincapié en la oralidad
como un aspecto fundamental
para entender la obra de
Piglia: “La conversación de Ricardo
era un laboratorio de ideas
(...). Sus clases universitarias y
sus programas sobre literatura
argentina para la TV Pública no
eran sustancialmente diferentes
porque no simplificaba el lenguaje
que utilizaba en la universidad
para hablar en un estudio de televisión”.
En tanto Saavedra resaltó que
“las conversaciones con él sobre
la vida y la literatura siempre eran
muy estimulantes” y consideró
que “su obra era una continuación
de su ética personal”, ya que
el autor de “Los diarios de Emilio
Renzi” realizaba “un sabio ejercicio
de hospitalidad”.
Desde España, Eduardo Becerra,
profesor titular de Literatura
Hispanoamericana de la Universidad
Autónoma de Madrid,
director del Máster de Edición
de Libros y representante de la
editorial Lengua de Trapo, retomó
“la oralidad como una marca
que atraviesa la obra de Piglia”, a
quien definió como “un excelente
narrador” y “un autor fundamental
para pensar la relación entre literatura
y política”.
Carreño Carlón inauguró el
homenaje recordando que “Piglia
decía que tenía una deuda” con
el FCE porque en su adolescencia
había encontrado un ejemplar
de “El Llano en llamas”, de Juan
Rulfo, editado por ese sello, que
“le había cambiado la vida”.
“En consecuencia,desde esta
editorial queremos marcar la importancia
de las intertextualidades
que lograba el escritor con su
pedagogía, que permitieron crear
un sistema de puentes entre las literaturas
de América Latina”, aseveró.
Y en este marco, rescató: “Piglia
decía que los escritores latinoamericanos
viajaban más que
sus obras”.
Por su parte, Rose Corral, doctora
en Literatura Hispánica por
el Colegio de México y profesora e
investigadora en el Centro de Estudios
Lingüísticos y Literarios de
la misma institución, se refirió al
cruce de la crítica y la ficción en su
obra.
Ese encuentro “nos hace conocer
a Piglia como un extraordinario
lector que cambió la percepción
de la literatura latinoamericana”,
remarcó Corral, quien trabajó
con él en los diarios de Roberto
Arlt que se dieron a conocer
en 2008.
“Fue quien mejor nos enseñó
a leer las intersecciones entre los
modos de lectura y los modos de
narrar”, resumió la académica.
A su vez, Archain se refirió a su
trabajo como editor junto a Piglia
para la Serie de los recién venidos
-cuya última publicación fueron
los cuentos completos de Ezequiel
Martínez Estrada- y afirmó que le
permitió “compartir la tarea con
un verdadero profesional de la
edición que estaba tan atento a la
comunicación como a las maquetas
de los libros”.
Otra de las voces que se sumaron
al recuerdo del escritor argentino
fue la del chileno Manuel Garrido,
profesor e investigador de
la Universidad de México, que
desde ese país resaltó la “generosidad
pedagógica” de Piglia y aseguró
que “su literatura asumió la
tarea de poner vida y memoria
donde la muerte suele imponer
olvido”.
“La vida para él estaba ligada
estrechamente a la idea del lector”,
destacó Garrido, quien eligió
citar “dos imágenes poéticas
de Piglia” para recordarlo: “El libro
conectado a la vena del lector
y las historias que salen de la boca
de unos para entrar en las bocas
de otros, generando un proceso
de respiración artificial”.
Desde Colombia, Andrea Torres
Perdigón, investigadora de
la obra de Piglia, Saer y Bolaño,
señaló que “el legado” del escritor
nacido en 1941 en Adrogué
“fue demostrar que existe una forma
de representar la experiencia
y eso está presente en toda su
obra, a través de la cual encontró
una nueva relación entre la vida y
el arte”.
Saavedra, el último de los oradores
de la jornada, eligió recordar
su amistad con Piglia, que comenzó
a partir de un sueño en el
cual el escritor le decía que “escribir
es como desplazarse a través
del espacio y del tiempo con seguridad
y a pesar de los riesgos”.
A modo de balance, Saavedra
remarcó que “generosidad” y “lector”
fueron las palabras más escuchadas
durante el homenaje al
autor de “Crítica y ficción” y que
“Piglia fue el más provechoso lector
de Borges”, quien además “se
animó a escribir en la misma época
que él”.
Piglia, una figura clave para
entender la literatura argentina y
latinoamericana contemporánea,
falleció el 6 de enero en Ciudad de
Buenos Aires a los 75 años, a causa
de una esclerosis lateral amiotrófica,
enfermedad degenerativa
que padecía hace años.