Dos crímenes en un enfrentamiento entre clanes

La Justicia de Tucumán había librado la orden de captura en contra de Reyna (16), ante la firme sospecha de que sería el autor del crimen de Gustavo Adolfo Farías, ultimado de dos disparos en el tórax el pasado 24 de diciembre. Pero éste no sería el único hecho de sangre que se le endilga al adolescente, sino que a mitad del 2016 ya habría cometido otro homicidio, pero por entonces tenía 15 años y era inimputable.

Ambas muertes se habrían dado bajo el mismo contexto, una vieja disputa entre dos clanes que residían en un mismo barrio, hasta que una de ellas se mudó a otro sector de la capital tucumana.

Las crónicas del 24 de diciembre señalaban que "un hombre recibió dos disparos en el pecho y murió en el barrio Manantial Sur. Los investigadores sospechan que puede haberse tratado de un ajuste de cuentas entre dos clanes que están enfrentados desde hace tiempo. La víctima fue identificada como Gustavo Adolfo Farías y la policía busca a un menor de 16 años, quien habría sido el autor de los disparos".

De acuerdo con las fuentes, el barrio Manantial Sur fue poblado en los dos últimos años por vecinos de distintas zonas de la capital, muchos de los cuales habitaban en asentamientos que fueron erradicados, como Villa Piolín.

Según deslizaron las fuentes, tanto Reyna como los Farías habitaban el barrio Juan XXIII, conocido popularmente como "La Bombilla" en suelo tucumano.

Primer enfrentamiento

Sin embargo, el crimen de Gustavo Farías, no sería el único que el menor apresado el sábado en La Banda tiene en su haber, sino que en julio del 2016 habría asesinado a Ezequiel Navarro (miembro del clan Farías), mientras que del bando de Reyna, en el mismo enfrentamiento habrían ultimado a Emanuel "Monito" Reyna. Por la muerte de Navarro, el adolescente apresado había sido internado en un hogar para menores, de donde luego escapó.