Reconciliación matrimonial Reconciliación matrimonial
Raval fue uno de mis “amores”
de adolescente. Lo de amores
va entre comillas, porque se
trataba de una fascinación sugerida
por su belleza y por el encanto
de su voz. Me dio tristeza
al enterarme de la separación
matrimonial, unos años atrás.
Pero la tristeza se tornó alegría
cuando supe que se había reconciliado
con su marido, quien
lo fuera por 34 años.
En un reportaje de Fernanda
Iglesias, Estela dice que el
reencuentro con su marido se
remonta a febrero, al nacer Gabriel,
el último nietito. Y agrega:
“Su llegada produjo algo diferente
en toda la familia. Logramos
una relación que no habíamos
tenido en mucho tiempo.
No podíamos hablar ni de
trabajo, ni de nada. Y ahora hablamos
de todo. Entonces pensamos
que, además de intentar
reconstruir la pareja, podíamos
reincidir con la música. Ella nos
juntó hace 40 años, cuando nos
conocimos. Y es posible que siga
teniendo esa magia que logre
unirnos definitivamente”.
El punto de ruptura en la relación
matrimonial se había dado
cuando ella se enteró de que
su marido había tenido un affaire
con otra mujer. Para ella fue
un verdadero shock: “Yo me
preguntaba por qué tuvo que
pasar esto. Creía que nunca me
iba a pasar. Vivía en una burbuja,
estaba demasiado segura.
Todo se desarrollaba tan bien,
el trabajo, los hijos. No me enteraba
de nada, hasta que un
día desperté a la realidad y vi
que era otra”.
El impacto afectivo fue tan
grande, que apenas se produjo
la separación fue internada de
urgencia: había ingerido barbitúricos
y alcohol, aunque siempre
desmintió que intentara suicidarse:
“Quizá inconscientemente
quise desaparecer, pero
en cuanto tomé conciencia dije
que no. Sin darme cuenta, dentro
de la rabia y el dolor cometí
la imprudencia de tomar pastillas
y mezclarlas con alcohol.
Afortunadamente, no pasó
nada y doy gracias a Dios por
ello”.
Ahora la pareja “se está rehaciendo”.
El tiempo dirá qué
les depara el futuro. Mientras
tanto, su testimonio podría servir
a tantas parejas en crisis. Es
cierto que una infidelidad inesperada
puede hacer añicos al
matrimonio, como una copa de
cristal que se rompe. Pero no
olvidemos de paso, que los mejores
vitrales se fabrican con
vidrios rotos...
¡Hasta mañana!l