Perpetua por descuartizar a anciano para robarle $3.000

Un tribunal ayer condenó a prisión perpetua a dos amigos que en noviembre del 2012 despojaron de $3.000 a un anciano. Para silenciarlo, lo desmayaron de un certero golpe en la cabeza con una viga de cemento. No conformes, lo asesinaron a hachazos, descuartizaron y arrojaron su cuerpo para que lo comieran los animales.

A las 14, en forma unánime los vocales sellaron el futuro inmediato de Rito Fabián Cejas y Gustavo Escalada, verdugos de Lucio Arnaldo Farías, de 70 años, domiciliado en La Castaña, Quebrachos.

Muerte para ocultar el robo

"Homicidio críminis causa" fue la figura enrostrada por el tribunal, a cargo de Alfredo Pérez Gallardo, Julio David Alegre Paz y Luis Domínguez.

Para los jueces, ese día los personajes planificaron el "epitafio" de Farías.

"Rifaron" su vida por apenas $3.000.

Sin titubear, primero lo desmayaron con el golpe en la frente.

Totalmente indefenso el anciano, lo remataron de varios hachazos. Alocados en su osadía, lo tiraron para que lo devoraran los chanchos y perros.

Fuga y caída

Después de dividirse el botín, Cejas y Escalada marcharon a sus casas.

En las audiencias, los dos se acusaron mutuamente.

Sin embargo, no negaron haber coincidido en ultimar a Farías.

De hecho, cada capítulo del macabro final los tuvo de activos protagonistas.

Mientras los dos respiraban tranquilos, la policía les cayó en sus casas.

El primero que habría confesado todo habría sido Cejas, al señalar que junto a Escalada segó la vida del anciano en su hogar.

Ello dejó perpleja a la familia; más aún cuando los policías le colocaron las esposas y se lo llevaron detenido.

Mazazo legal

Cuando ayer el secretario leyó la sentencia, ninguno pudo ocultar la desazón.

Hasta minutos antes, alentaban una condena de "homicidio en ocasión de robo", pero no prosperó.

Antes de las 14.20 los guardias los retiraron rumbo al Penal.

Su defensa esperará los fundamentos para buscar (apelar) una mejor suerte en un tribunal superior.