Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Padre Koffi Gilbert

El acompañamiento espiritual

18/02/2017 20:30 Padre Koffi Gilbert
Escuchar:

El acompañamiento espiritual El acompañamiento espiritual

El acompañamiento espiritual es una práctica muy antigua, de la tradición judeocristiana como un medio para encontrar a Dios, buscar en todo la voluntad de Dios. No debe confundirse con otras realidades humanas que utilizan nombres similares. En el antiguo lenguaje de la Iglesia: dirigir, acompañar espiritualmente tiene un sentido propio y específico.

“Dirigirse espiritualmente” no consiste sólo en desahogarse psicológicamente, como se hace en el marco de la amistad.

No es tampoco una simple búsqueda de consejo, como la que realizan tantas personas que acuden a los consultorios de las revistas, a las consultas de los médicos, y a los programas de radio y de televisión para “contar su caso” y buscar orientación.

Hay que tener siempre presente - y los santos nos lo recuerdan eficazmente con su ejemplo - que el verdadero y único modelo de la santidad cristiana es Jesucristo; y que toda labor de acompañamiento espiritual consiste en procurar que cada cristiano tenga una amistad personal e íntima, de verdadero amor, a su manera, con Cristo, hasta querer identificarse con él, “en la gloriosa libertad de los hijos de Dios”. (Rom 8, 21).

El acompañamiento espiritual es una relación de amor, en la que Jesús se antepone al lado del acompañado, a través del acompañante. No es una relación de pares, sino de ayuda; no busca resolver problemas, sino dar el sentido espiritual a la vida. No es terapia, porque ésta busca la salud y el acompañamiento espiritual, la santidad.

“Sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo” (Mt 5, 48).

Es una relación trinitaria, donde los verdaderos protagonistas son el acompañado y el Señor; el acompañante es solamente un facilitador de esta relación.

El acompañamiento propone ayudar a las personas a:

- Descubrir la presencia de Dios en sus vidas. Animarlas a que se dejen iluminar y transformar por la Palabra de Dios.

- Invitarlas a crecer en el encuentro y la intimidad con él a través de un camino de oración.

Entonces, la persona movida por la gracia podrá experimentar una mayor libertad interior, tener una alegría más profunda, llevar una vida más integrada y tener relaciones más sanas consigo mismo, con los otros y con el mundo.

El Concilio Vaticano II recomienda el acompañamiento espiritual a todo obispo, sacerdote, religioso/a y laicos que buscan la santidad en medio de los afanes del mundo. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña en el punto 2.695 que la dirección espiritual asegura en la Iglesia una ayuda para la oración en los ministros ordenados, la vida consagrada, la Catequesis, los grupos de oración.

¿Qué persona debe acompañar espiritualmente? Puede ser un sacerdote (especialmente en cuestiones morales o de fe), un religioso o un laico: personas con buena formación y con una intensa vida cristiana. No debemos confundirnos porque no es una confesión total, porque no es un sacramento de Penitencia, que sólo lo hacen los sacerdotes.

En el acompañamiento espiritual hay actitudes a tener: de humildad y sinceridad plena, no de dejarse llevar por la vanidad de quedar bien; una actitud de responsabilidad de acudir libremente a criterios cristianos y luego cada uno debe esforzarse por actuar en conciencia con coherencia entre lo cree y lo que se vive.

Hay una llamada para ser santos y perfectos como Dios y necesitamos ayuda: con la gracia del Espíritu Santo podemos encontrarnos y hacer vivir la fe de esta manera, con la ayuda de la Palabra de Dios que transforma y da la posibilidad de cambiar.

Pidamos Jesús para que el encuentro con su Palabra nos ayude a transformarnos y a vivir una buena relación con los demás y con nuestro Dios.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy