Tamberos reclaman mayor accionar oficial para evitar más cierres Tamberos reclaman mayor accionar oficial para evitar más cierres
Tamberos reclaman mayor accionar oficial para enfrentar la crisis que afronta la lechería local, que padece una fuerte caída de producción, pérdida de solvencia económica por parte de la industria y la imposibilidad de atender un mercado externo creciente por falta de materia prima.
Según indicó Guillermo Draletti, de la Unión General de Tamberos (UGT), la continuidad de la crisis tambera, sumado a la política oficial, recrea un escenario que afronta “contradicciones en sus variables; donde se pide exportación, y no tenemos, ya que cae la producción violentamente”.
Agregó que “tampoco hay transferencia entre el queso y la leche en polvo, y encima nos encontramos con firmas lácteas en quiebra o al borde del concurso, y con otras empresas sobreviviendo” por la falta de rentabilidad.
Desde Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), se advierte que el sector tambero desde hace al menos 20 meses no cuenta con rentabilidad, y que la recomposición que sufrieron los precios, que ronda casi el 4%, igual no permite superar los cinco pesos que paga la industria por el litro de materia prima.
El impacto sobre la producción resulta mayor, no sólo por el efecto devastador que tuvieron las inundaciones, sino también porque durante los meses de verano el calor provoca pérdida de sólidos, hecho que redunda en una caída en los precios que recibe el productor por estrés calórico de los rodeos.
De descuenta que el número de tambos actualmente en actividad rondaría un número de 9.000, luego que los datos oficiales del Ministerio de Agroindustria diera cuenta de la pérdida de al menos 500 establecimientos durante el 2016.
La participación del tambo dentro de los valores expuestos en las góndolas alcanza un promedio de 24,5% en los últimos meses, y allí el sector primario reclama que éste trepe al menos a un 33%.
Respecto de esta situación, Draletti comentó que la desaparición de unos 1.000 tambos se produjo en los últimos años de manera “violentísima”, y en momentos en el cual la comercialización tanto interna como externa va a “necesitar leche para abastecerlos”.
