Lo juzgan por violar a hijastra y esta semana sellan su futuro inmediato

Cuatro años después de caer preso, un loretano mira su futuro desde las rejas de alcaidía de tribunales, a la espera del corolario en un juicio por el abuso sexual de su hijastra.

Pese al hermetismo judicial, se sabe que las vejaciones se habrían consumado entre los 10 y 12 años de la menor, hija de la concubina del personaje.

Aprovechando la ausencia de la mujer, el individuo encerraba y violaba a la niña.

Consumada su bajeza, por imperio de amenazas y presiones el padrastro acalló la vergüenza, desolación e impotencia de la niña.

Llegó el día en que la menor no pudo más. Y le gritó en la cara al padrastro y a su madre cuanto asco y tristeza le daba la vida que llevaba.

El tribunal que lo juzga esta semana emitirá la sentencia.