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EL LIBERAL . Padre Seschi

Dominio de sí

06/03/2017 21:54 Padre Seschi
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Dominio de sí Dominio de sí

¡Buen día! “Antes de ser

amos de los demás, debemos

ser amos de nosotros

mismos”, advertía José Ortega

y Gasset. Y Corneille:

“Dominarse a sí mismo es

la victoria más alta que podemos

lograr”. Y Lao Tsé:

“Quien conquista a los demás,

es fuerte, quien se conquista

a sí mismo, poderoso”.

Tres ideas que tienen en

común esta rara virtud humana

que lleva el nombre

de templanza, o sea, el dominio

de sí.

Tiene mucho que ver la

templanza con la propia libertad,

en el ser y en el actuar.

Los hombres estamos

seriamente condicionados

por factores exteriores, pero

los condicionamientos mayores

vienen de dentro, de

nuestras pasiones mal encaminadas,

de esclavitudes no

superadas.

Dije pasiones mal encaminadas

porque en sí mismas

las pasiones constituyen

elementos positivos,

siempre que se las lleve a

transitar el cauce natural

que Dios les asignó. Cuando

decimos “malas pasiones”

estamos hablando de

fuerzas desbordadas, y por

lo mismo negativas, esclavizantes.

El dominio de sí permite

que todo lo bueno que

existe en uno pueda florecer

en sus mejores tonos, con

todas las dificultades de lo

humano, pero también con

todas las maravillas de los

logros.

Norman Vincent Peale

dice: “He llegado a pensar

que el esfuerzo por conseguir

el dominio de sí mismo

es la gran peregrinación,

la gran aventura de la vida.

En la autodisciplina y no en

las leyes y frenos exteriores,

ni en la licencia está el

gran potencial para nuestro

desarrollo”. “Mejor es el

que se enseñorea de su espíritu,

que el que toma una

ciudad”, dice la Biblia. Creo

que si alguien intenta dominarse

a sí mismo con verdadero

empeño, hallará que

está muy dentro de su capacidad”.

Para el final, una buena

advertencia del gran obispo

Tihamer Toth: “El refrenamiento

de los sentidos,

el dominio de sí, la abnegación,

el tener a raya los deseos

no es un fin. Es tan sólo

el medio de liberar el alma.

Con la abnegación, queremos

alcanzar un objetivo

elevado: dar alas al alma,

hacer al espíritu dueño del

cuerpo”. Todo un ideal. Todo

un compromiso. ¡Hasta

mañana!

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