Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . El Evangelio

Juan 4, 5-42

19/03/2017 00:06 El Evangelio
Escuchar:

Juan 4, 5-42 Juan 4, 5-42

Bajo la presión de los fariseos, Jesús abandona

Judea y se dirige a Galilea.

El relato afirma que debe pasar por Samaria, no porque desde el punto

de vista geográfico sea necesario, sino porque tiene una misión que realizar:

recibir al pueblo Samaritano

(cismático y hereje

para los judíos) y reconciliarlos.

Se encuentra

primero con la mujer samaritana y luego con la gente de la aldea que lo reconoce como el salvador

del mundo. Entre estos

encuentros les revelará

a los discípulos que su alimento es hacer la voluntad

del Padre y llevar a cumplimiento su obra y el contendido de la misión

que les confía: ser cosechadores de su siembra.

Cansado por el camino,

Jesús llega a Sicar al pozo de Jacob y al ver venir

a una mujer y encontrarse

con ella a la hora sexta, le pide de beber. La mujer sorprendida por la petición que trasciende

las prohibiciones sociales y rituales le recuerda

la vieja enemistad entre judíos y samaritanos.

Jesús responde: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: ¡dame de beber!, tú le habrías

pedido y él te habría dado agua viva”. Jesús se manifiesta a la mujer como

el “don de Dios” que da el agua viva, es decir, la revelación del Padre, que después de Pascua será el don del Espíritu. El que beba de esa agua no tendrá más sed y se convertirá en fuente que brota hasta la vida eterna. El deseo de Dios (sed) es colmado ya desde ahora en aquellos que creen en la Palabra del Revelador.

Ante esta promesa, la samaritana pide a Jesús beber de esa agua, confía en su poder revelador.

Sigue el diálogo entre

Jesús y la mujer. Ahora

se centra en la historia

del pueblo samaritano:

en sus infidelidades (cinco maridos: dioses extranjeros) y lugar de culto. ¿En dónde hay que adorar a Dios? ¿En Jerusalén

o en el monte Garizím

según la tradición samaritana? Llega la hora,

ya estamos en ella, dice

Jesús, cuando los verdaderos

adoradores adorarán

al Padre en espíritu y en verdad. Es el Espíritu

el que transforma a los creyentes, los hace nacer de nuevo para que puedan

adorar al Padre recibiendo

la revelación (palabra)

del Hijo. Ahora, en Jesús, los discípulos adorarán

al Padre, ya no hacen

falta templos ni lugares

sagrados, Jesús es el “lugar” de encuentro con el Padre. Los que reciben a Jesús Mesías y sus palabras

y viven en comunión con él, también están en comunión con el Padre y así lo adoran.

El relato termina con la profesión de fe de los samaritanos. A iniciativas de la mujer que cuenta a los pobladores de su aldea

lo que le “dijo Jesús”, ellos salen a su encuentro

y después de estar con él dos días, lo confesaron

como “el salvador del mundo”. El relato termina

revelando que Jesús vino a cumplir la obra del Padre que consiste en salvar

a toda la humanidad.

Conclusión

El deseo de Dios que hay en todo corazón humano

sólo puede ser satisfecho

en el encuentro

fecundo con Jesús. él nos da el Espíritu para que cumplamos su palabra

y adoremos al Padre. Quien conoce y ama a Jesús

vive en comunión con él y con el Padre y recibe la Vida como un don presente

y permanente que conduce a la felicidad. Sólo

en Jesús la humanidad puede encontrar respuesta

a sus anhelos y experimentar

la salvación. l

Lo que debes saber
Lo más leído hoy