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EL LIBERAL . Padre Koffi Gilbert

Domingo, el Día del Señor

02/04/2017 23:34 Padre Koffi Gilbert
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Domingo, el Día del Señor Domingo, el Día del Señor

Algo que los cristianos no debemos olvidar es que el domingo es el Día del Señor. No es un día de precepto, ni de obligación, pero es el Día del Señor por la Resurrección de Jesucristo.

En el Catecismo de la Iglesia Católico dice que Jesús ha resucitado un domingo y a través de esa Resurrección consideramos que es el primer día de la semana. Por eso, es muy importante que no olvidemos que es el Día del Señor. A través de la Resurrección de Cristo en la nueva creación.

Para los cristianos, vino a ser el primero de todos los días. La primera de todas las fiestas, el Día del Señor.

Celebramos esta reunión general el día del sol, primero porque en este día, que es el primero de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia; y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos.

Puede empezar el sábado, porque desde las 18 de este día no hay sol y empieza el domingo. El Catecismo dice que el domingo es la plenitud del sábado. El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos.

“La celebración dominical del día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel principalísimo en la vida de la Iglesia. “El domingo, en el que se celebra el misterio pascual, por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto”.

Es decir que no hay una obligación, sino que es una exhortación.

El mandamiento de la Iglesia que determina y precisa la ley del Señor, el domingo y las demás fiestas de preceptos los fieles tienen la obligación de participar de la misa. La obligación habla de una necesidad, si pueden hacerlo deben hacerlo. No sólo es decir “me gusta” o “no me gusta”. Y se cumple el precepto de participar, no de asistir a la misa.

La Eucaristía fundamenta y confirma toda la práctica cristiana. Si no se va el domingo a la misa, se puede ir el sábado a la noche. Por eso, los fieles están obligados a participar de la Eucaristía los días de precepto, pero están excusados por algún razón seria, como enfermedad, el cuidado de pequeños, etc. Los que faltan a esta obligación cometen un pecado grave, como lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica.

La participación en la celebración común de la Eucaristía dominical es el testimonio de pertenencia y fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Muchas personas se preguntan por qué voy a ir a misa… Si pertenece a la Iglesia debe ir, para vivir esa pertenencia y fidelidad a Cristo, no al sacerdote.

El domingo, Día del Señor, también es un día de gracia, de descanso.

“Así como Dios ‘cesó el día séptimo de toda la tarea que había hecho’, así también la vida humana sigue un ritmo de trabajo y descanso. La institución del día del Señor contribuye a que todos disfruten del tiempo de descanso y de solaz suficiente que les permita cultivar su vida familiar, cultural, social y religiosa.

“Los cristianos que disponen de tiempo de descanso deben acordarse de sus hermanos que tienen las mismas necesidades y los mismos derechos y no pueden descansar a causa de la pobreza y la miseria. El domingo está tradicionalmente consagrado por la piedad cristiana a obras buenas y a servicios humildes para con los enfermos, débiles y ancianos. Los cristianos deben santificar también el domingo dedicando a su familia el tiempo y los cuidados difíciles de prestar los otros días de la semana. El domingo es un tiempo de reflexión, de silencio, de cultura y de meditación, que favorecen el crecimiento de la vida interior y cristiana”.

Entonces, santificar los domingos y los días de fiesta exige un esfuerzo común. Cada cristiano debe evitar imponer sin necesidad a otro lo que le impediría guardar el día del Señor. Hay que rescatar un tiempo para consagrarse a esta vida. Otras religiones tienen ese tiempo para consagrar, pero para muchos católicos es un día sólo para descansar, hacer turismo. Cuantificar el domingo es muy importante.

“En el respeto de la libertad religiosa y del bien común de todos, los cristianos deben esforzarse por obtener el reconocimiento de los domingos y días de fiesta de la Iglesia como días festivos legales. Deben dar a todos un ejemplo público de oración, de respeto y de alegría, y defender sus tradiciones como una contribución preciosa a la vida espiritual de la sociedad humana”.

Gracias a Dios, en nuestro país hay libertad y la mayoría no trabaja los domingos, solamente lo hacen los que están en urgencias.

Oremos para que todo cristiano no ponga obstáculos, ni excusas, y llegue a vivir esa fidelidad para estar en comunión con sus hermanos. Que Cristo nos ayude para que respetemos ese día que ha resucitado para salvar el mundo. Nuestra madre, ella que ha creído y estado con los discípulos orando con el Espíritu Santo, nos ayude con su intercesión para que podamos reunirnos como cristianos, como miembros de esta Iglesia para adorar y alabar a nuestro Dios.

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