Central y otro punto que sirve

A pesar de que volvió a caer en la zona roja del descenso, el punto que consiguió anoche Central Córdoba en Mendoza tiene mucho valor. Porque el 2 a 2 conseguido ante Independiente Rivadavia, en condición de visitante, fue ante un rival directo y era importante no perder.

La victoria de San Martín, 1 a 0 sobre Crucero, volvió a meter al equipo santiagueño entre los cuatro peores promedios de la B Nacional. Pero están todos muy apretados en esa zona y hay que destacar que el equipo de Gustavo Coleoni sigue invicto en este 2017.

Apenas habían transcurrido 6 minutos de la primera parte cuando Gastón González, haciendo gala de una estupenda pegada, clavó un tiro libre en el ángulo y adelantó al local.

Parecía que todo se simplificaba para la "Lepra", pero el Ferro reaccionó no solamente con guapeza, si no también con buen juego.

Tuvo la fortuna de igualar rápidamente, con un gran zurdazo cruzado y bajo de Leandro Becerra, entrando al área por izquierda, a los 9 minutos, tras un pase profundo de González.

La visita ya había comenzado a manejar la pelota con Zapata y Becerra, apoyados en la marca de Lamberti.

El equipo de Coleoni hacía circular muy bien la pelota ante la desorientación de su rival. Y tras una buena jugada colectiva se puso en ventaja con otra gran definición de Becerra. Sobre los 26’, la comenzó Zapata, pivoteó Miranda, la abrieron a la derecha para Sequeira que buscó a Becerrra que enganchó de zurda al entrar al área y sacó un derechazo magnífico para el 2 a 1.

A los 32’, un tiro libre de Sequeira que dio en el palo pudo haber ampliado la ventaja para el visitante.

En la segunda mitad, el local salió con otra actitud y fue metiendo a Central contra su propio campo. El ingreso de Hernán Encina fue clave para la mejoría, aunque más que nada los de Astudillo apostaban al pelotazo. Y así encontraron el empate, a los 19’, con un bochazo largo que sobró a todos menos a Diego Cardozo, que alcanzó a tocarla de zurda para el 2-2.

Independiente Rivadavia buscó el triunfo con las mismas armas, pero Central aguantó bien y, de a poco, le fue tomando el gusto a un punto que termina siendo valioso.