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La firma fue denunciada en 2016

26/04/2017 00:00 Política
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La firma fue denunciada en 2016 La firma fue denunciada en 2016

Hace un año atrás, el diario Clarín daba a conocer que un pequeño grupo de empresas agroexportadoras -incluyendo a la tucumana Viluco SA, del Grupo Lucci- se benefició en los últimos años exportando harina de soja como si fuera alimento balanceado. Señaló que "gracias a la insólita pasividad de las autoridades nacionales, esas firmas no pagaban retenciones cuando lo que correspondía era que tributen un 27%. El daño a la recaudación se estima en no menos de 200 millones de dólares". Precisó que la maniobra fue denunciada por los importadores y productores de alimentos balanceados de Chile, el principal destino que tenía esa mercadería. "Aunque el negocio de exportación que los perjudicó a ellos y al propio Estado Argentino comenzó en 2006, a partir de 2013 un selecto grupo de empresas lo refinó todavía más". Según describe la denuncia, la maniobra consistía en lo siguiente: "exportaban una premezcla que contenía un porcentaje muy elevado (del 92% a 95%) de harina de soja y solo unos pocos granos de maíz partido. Esas cargas se hacían figurar bajo la posición arancelaria 2309.90.10 correspondiente a los ‘alimentos balanceados completos’. Desde diciembre (2015) eso las exime de pagar retenciones. Antes pagaban sólo 5%". Clarín menciona que accedió a la denuncia dirigida al titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión. "Allí las firmas chilenas identificaron hasta con número de Cuit a los exportadores argentinos que se beneficiaban hasta hace pocas semanas con esa maniobra. Figuran Viluco SA, la firma tucumana comandada por Daniel Lucci, que tiene una planta aceitera en Frías (Santiago del Estero); la ensambladora de electrodomésticos Newsan SA, y la agropecuaria Auqui SA". "No existe ningún alimento balanceado completo que contenga esa cantidad de harina de soja. Tampoco una dieta animal que utilice esa cantidad de proteínas", señalaban los empresarios chilenos que denunciaron la competencia desleal. "Una premezcla con más de 90% de harina de soja implica que el alimento aporta 40% o más de proteína a los animales que la consumen, cuando lo ideal es que ese aporte nutricional ronde el 20%". El medio porteño apuntó que "la maniobra era posible porque no existe una definición precisa de ese tipo de mercadería por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Aunque cualquier nutricionista sabe que es exhorbitante semejante porcentaje de soja en un balanceado, la Aduana se excusaba de intervenir diciendo que el Senasa califica a dichos productos como ‘aquel que cubre por sí solo los requerimientos diarios de los animales’. Los excesos de soja no cuentan". El matutino reflejó que "la insólita pasividad de uno y otro organismo frente a la maniobra duró casi diez años. Los importadores chilenos recuerdan que la Argentina comenzó a venderles este tipo de ‘premezcla’ tramposa en 2006 bajo la posición arancelaria 2308. Contenía 95% de harina de soja y solo 5% de maíz, pero eso les permitía reducir las retenciones del 32% vigente entonces a solo 5%". El artículo agrega que "a fines del 2103 el volumen del negocio y la evasión era tan grande que el gobierno kirchnerista decidió elevar las retenciones para esa posición. Viluco, entonces, amenazó con cerrar y echar a 350 empleados. Por eso, las autoridades nacionales volvieron a hacer la vista gorda cuando la firma comenzó a exportar un producto llamado ‘Mega Prestarter’, que en vez de 95% de harina de soja contenía un 92%. Esto les permitió -ahora bajo la posición 2309.90.10- seguir pagando 5% de retenciones y, a partir de diciembre pasado, el 0%". A raíz de esta situación, hay una investigación abierta en el Juzgado Federal local.

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