El plan británico sobre el "brexit" y los ciudadanos no convencen a líderes de la UE

BRUSELAS, Bélgica. Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea dieron una fría recepción al plan británico para proteger los derechos de los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido una vez que se concrete el "brexit", luego de que la primera ministra Theresa May les presentara lo que calificó de oferta "justa".

Al término de una cumbre de dos días en Bruselas con el "brexit" al tope de la agenda, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que las propuestas de May están "por debajo de las expectativas" y podrían incluso "empeorar la situación de los ciudadanos" europeos.

"Mi primera impresión es que la oferta del Reino Unido está por debajo de nuestras expectativas", indicó Tusk y añadió que el plan debe analizarse "línea por línea".

La canciller alemana, ángela Merkel, señaló luego del encuentro que la propuesta británica de no forzar una salida inmediata de los ciudadanos comunitarios del Reino Unido era "un buen comienzo, pero todavía no un avance significativo".

La jefa de Gobierno de la primera economía de la UE agregó que luego de las conversaciones mantenidas con May en el primer día de la cumbre, "quedó claro que hay un largo camino frente a nosotros".

La suerte que correrán los cerca de 3 millones de ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido después del "brexit" es uno de los asuntos más espinosos en las negociaciones de retirada del país insular del bloque de 28 miembros, un proceso que debe completarse en dos años.

Casi exactamente un año después del referendo del "brexit" del 23 de junio, May prometió que nadie será forzado a abandonar el Reino Unido tras la salida del bloque europeo, ofreciendo derechos permanentes al acceso a la salud, educación, asistencia social y jubilación a los europeos que lleguen antes de una cierta fecha.

Pero no dijo cuál sería exactamente esa fecha de corte, y sólo habló de un periodo entre el 29 de marzo pasado, cuando Londres dio inicio formal al proceso de desconexión del bloque, y su prevista salida, dentro de dos años.