Cómo evitar las incómodas consecuencias Cómo evitar las incómodas consecuencias
* Abrigarse correctamente
Si bien uno de los principales consejos para evitar los efectos del frío es abrigarse, abrigarte demasiado puede ser contraproducente, ya que un exceso de tela impide regular la temperatura corporal con la del ambiente y asegurar los mecanismos de transpiración adecuados.
* Ventilar los espacios y evitar multitudes
Para prevenir ciertas enfermedades, es importante que todos los espacios en los que haya niños y adultos estén bien ventilados y si es posible poco concurridos. Se recomienda abrir las ventanas de las habitaciones al menos 10 minutos al día.
* Mantener hábitos de higiene
Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer, al entrar en casa y si estuvo en contacto con otras personas, reduce casi un 30% las posibilidades de que aparezca una enfermedad respiratoria aguda.
* Seguir una dieta variada y saludable
Es muy importante incluir en la dieta frutas y verduras, ricas en vitaminas A y C, además de pescado y leche. Es recomendable no ingerir bebidas frías y sí caldos y bebidas calientes o agua y jugos naturales a temperatura ambiente.
* Vacunarse de la gripe
Aunque afecta a un gran número de personas anualmente en todo el mundo, en general la gripe no es una enfermedad grave, aunque puede resultar serlo en personas de edad avanzada y niños y adultos incluidos en los grupos de riesgo de desarrollar complicaciones.
* Hidratar bien la piel
Los cambios bruscos de temperatura deshidratan la piel y la hacen mucho más frágil y sensible. El frío, el viento y el sol pueden lesionar la piel de los niños, especialmente la de los bebés. La sequedad del ambiente puede provocar irritaciones y fisuras en la piel, y por ello es fundamental mantenerla bien hidratada con cremas, especialmente si la piel del pequeño es muy seca.