Salí-Dulce: presentaron libro de la lucha contra la contaminación

Organizado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia, se presentó el libro "Cuenca del río Salí-Dulce, la calidad de las aguas que desembocan en el Embalse de Río Hondo", en el CCB.

En este trabajo, se resume la lucha librada por el Gobierno de Santiago del Estero para poner un freno a la contaminación del embalse Río Hondo por parte de las industrias tucumanas.

Durante el evento se leyó un mensaje de la gobernadora Claudia de Zamora, quien se excusó de asistir por razones de agenda, pero felicitó "el intenso trabajo de técnicos que han bregado en pos de mejorar la calidad de nuestras aguas".

El defensor Lionel Suárez recordó que en "2010 tuvimos un quiebre en cuanto a la mortalidad masiva, un desastre ecológico en el embalse de Las Termas de Río Hondo, más 70 toneladas de peces muertos como un indicador del estado de agua que nos estaba advirtiendo lo complicado de la situación y que debíamos tomar los recaudos necesarios".

Remarcó que "resultaba necesario contar con políticas de Estado que respalden la política ambiental, en ese momento y mediante una decisión del entonces gobernador Dr. Gerardo Zamora, se entendió que era más importante ríos vivos sin jurisdicción que ríos muertos con jurisdicción".

Indicó que se "diagramaron estrategias articulando en diferentes equipos conjuntos con la Defensoría del Pueblo y el Ministerio del Agua y el Ambiente" para abordar el problema, y que este trabajo continuó, respaldado por la actual gobernadora Dra. Claudia Ledesma Abdala de Zamora, reforzando el monitoreo".

El presidente del Tribunal de Cuentas de la Provincia y ex defensor del Pueblo, Martín Díaz Achával, destacó por su lado, "el invalorable trabajo del equipo técnico que durante este tiempo se abocó a conocer el estado de nuestras aguas. Este trabajo no es más que el inicio de un importante monitoreo y control de lo que ingresa en el embalse".

Por su lado, el biólogo Sergio Rubén Zaltz contó en detalle el arduo trabajo para vigilar que no se produzcan vuelcos de efluentes industriales en la cuenca.

"Hubo un acuerdo denominado Vinaza y Ceniza Cero que permitió que los vuelcos que eran desaprensivos sean controlados por actores santiagueños que con sentido de pertenencia iniciamos", indicó.

En cuanto al estado actual, indicó: "El Embalse está recuperándose, ya se observa que no hay mortandad de peces, nos hay coloraciones extrañas, tampoco hay olores complicados, sin embargo, decir que está curado es ser muy aventurero, si hemos contaminado un cuerpo durante 40 años, necesitamos la misma cantidad para lograr el equilibrio. Los indicadores nos dicen que nos encontramos por el buen camino".