Molinari, la segunda óptica más antigua del país, cumple 124 años en 2017 Molinari, la segunda óptica más antigua del país, cumple 124 años en 2017
celebra sus
124 años. El emprendimiento
nació
durante el siglo
XIX y en la actualidad ya hay
una quinta generación de propietarios
de la familia que lo
llevan adelante.
En 1893, don Fortunato
Molinari llegó de Modena, Italia
a la Argentina. Ni bien llegó
a Santiago y se bajó en la
estación del ferrocarril Central
Argentino, donde hoy es el
Fórum, en un día de agobiante
calor, pensó en la necesidad
de dar sombra y comenzó
a plantar árboles. Buena parte
de los árboles que aún hoy se
encuentran en el paseo frente
al Fórum y sobre la calle Perú,
son los que plantó por aquellos
años.
Don Fortunato tuvo tras
su llegada a Santiago, tres hijos.
Ellos fueron Fortunato (h),
Enio y Aída. De los tres, el que
siguió con la óptica fue Fortunato
mientras los otros dos
hermanos se dedicaron a otras
actividades. Más tarde, Fortunato
(h) tuvo cuatro hijos: Elba,
Luis, Nilda y Roberto. Precisamente,
este último fue el
que siguió con la tradición de
la óptica mientras su otros tres
hermanos eligieron otros trabajos.
A su vez, Roberto
tuvo tres hijos:
Ricardo (58), Roberto
(63) y Alicia.
Precisamente,
son ellos los
socios y dueños
actuales de la óptica
Molinari. Es
la primera vez desde
su creación que
son tres los hermanos que
se inclinaron por continuar la
empresa familiar.
La empresa fue fundada en
septiembre de 1893
y desde entonces
sobrevivió a todas
las crisis económicas
y, también,
a los problemas
intra familiares.
En su
rubro, es la más
antigua.
Por los problemas
económicos, la óptica
recién pudo contar con un local
propio en la década del 80,
casi 70 años después de haber
comenzado a funcionar. En
la actualidad óptica Molinari,
posee una casa central y 4 sucursales:
una en esta capital,
otra en La Banda, una en Frías
y una última en Las Termas.
A raíz de los problemas
económicos del país los momentos
más duros para la
firma fueron en el año 2002,
cuando casi se fundió la óptica.
No se vendía nada, la
gente no entraba, todos los
empleados estaban sin trabajar
porque no entraba nadie.
Sus propietarios tuvieron
que vender parte del edificio
para pagar deudas.
Más tarde, durante estos
últimos años, el cierre de las
importaciones también afectó
el negocio por la falta de
armazones, aunque no llegó
a ser un problema de la
magnitud del que hubo en el
2002.
Roberto y Ricardo Molinari
junto a su hermana
Alicia, son los actuales propietarios
de la óptica que se
apresta a celebrar este año,
más específicamente en Septiembre,
sus 124 años de vida.
En la última entrevista
concedida a EL LIBERAL, Ricardo
Molinari, ensayó una
explicación de cómo pudo
trascender el negocio más de
un siglo, indicando: “Hemos
pasado cosas muy duras, somos
una familia bendecida,
pero además hemos sido gente
honesta, buena gente, sin
problemas. A nivel país somos
la segunda óptica más
antigua, la primera es una de
Caseros, hay mucha mano de
Dios en el medio ,hemos tenido
muchos problemas, desde
que ha empezado la óptica
siempre hemos tenido problemas,
pero los hemos podido
superar”. l