Demencia vascular: deterioro progresivo de las funciones cognitivas Demencia vascular: deterioro progresivo de las funciones cognitivas
es un síndrome
adquirido
de origen orgánico,
el cual provoca un
deterioro progresivo de las
funciones cognitivas. Este
deterioro deriva, con el
tiempo, en una incapacidad
funcional tanto en el
ámbito personal como social
y laboral.
Los síntomas que acompañan
a la demencia son
de tipo cognitivo (pérdida
de memoria, de atención,
de orientación espacio-
temporal, de reconocimiento
de objetos o personas,
etc.), de índole neurológica,
neuropsicológica
y/o conductual (depresión,
ansiedad, irritabilidad
o agresividad, alucinaciones,
delirios, etc.), así
como del ámbito funcional
(incapacidad para manejar
actividades de la vida diaria
básicas como la higiene
o la alimentación, e instrumentales
como la economía
familiar).
Origen de la
demencia vascular
Anteriormente se ha explicado
de manera resumida
en qué consiste una
demencia, sin embargo,
no se trata de un síndrome
de carácter homogéneo, sino
que, el término demencia
engloba a su vez diversos
tipos. La clasificación
más básica dentro de las
demencias es la que las divide
dentro de dos grandes
grupos: primarias y secundarias.
La demencia vascular
corresponde al grupo
de demencias secundarias,
es decir, demencias que se
desarrollan a causa de otra
lesión o patología.
La demencia vascular se
origina a causa de lesiones
de tipo vascular en el cerebro
(como ictus, que es
lo mismo que un derrame
cerebral). El perfil del paciente
con demencia vascular,
y las alteraciones
neurológicas que van a
acompañar a la evolución
de ésta, es muy heterogéneo
ya que depende de la
localización y el alcance de
la lesión.
Las enfermedades cerebro-
vasculares van a provocar
una alteración en la
irrigación sanguínea del
cerebro, dando lugar a un
daño cerebral focal, es decir
específico, o a un efecto
más global y difuso, conocido
como diasquisis. Esta
alteración puede tener como
origen dos tipos de accidentes
cerebro-vasculares
(ACV):
1. Demencia vascular por
isquemia cerebral:
Se trata de una interrupción
de la circulación sanguínea
en el cerebro, la
cual provoca la falta de
oxígeno y nutrientes necesarios
para el mantenimiento
de sus células. Los
síntomas previos a la isquemia
cerebral son:
? Aletargamiento.
? Incapacidad para hablar.
? Falta de comprensión.
? Falta de visión por uno o
ambos ojos.
? Adormecimiento de un
lado del cuerpo.
? Dificultad en la coordinación
motora.
? Intenso y repentino dolor
de cabeza.
? Hormigueo en brazos y
manos.
2. Demencia vascular por
hemorragia cerebral:
Debido a la ruptura de un
aneurisma (ensanchamiento
anormal en una
arteria) la sangre circula
ocupando espacio en el cerebro.
La afectación cognitiva
generada a raíz de la
hemorragia cerebral suele
ser más generalizada y
severa que aquella provocada
por la isquemia. Los
síntomas que se presentan
de manera previa a la hemorragia
cerebral son:
? Cefalea severa.
? Náuseas y vómito.
? Pérdida de conciencia.
? Rigidez de nuca.
La probabilidad de padecer
un accidente cerebrovascular
(ACV) aumenta
en el colectivo de la tercera
edad. Es común que aparezcan
pequeños y múltiples
accidentes cerebrovasculares
(subclínicos)
en diversas áreas, los cuales
provocan una afectación
cognitiva menos específica
y generalizada. A
pesar de que estos infartos
lacunares no sean percibidos
en el momento en que
ocurren, sí que se pueden
observar mediante neuroimágenes
(TAC).
Diagnóstico de la
demencia vascular
La demencia vascular es la
segunda forma más prevalente
de demencia, situándose
por detrás de la enfermedad
de Alzheimer.
Resulta complicado establecer
unos criterios clínicos
determinados para el
diagnóstico de la demencia
vascular ya que, debido
a la localización y el alcance
de la lesión cerebral,
va a existir una gran heterogeneidad
en las formas
clínicas de presentación
de ésta. Los criterios aportados
por NINDS-AIREN
para llevar a cabo un diagnóstico
de demencia vascular
son los siguientes:
1. Características clínicas
de demencia (deterioro
cognitivo y funcional).
2. Características clínicas
de enfermedad cerebrovascular
(haber sufrido un
accidente cerebral vascular:
isquemia o hemorragia).
3. Relación temporal (tres
meses) entre el accidente
cerebro-vascular y la aparición
de los síntomas clínicos
que corresponden a
la demencia, o inicio súbito
de la demencia con curso
fluctuante (inestabilidad
en los síntomas).
4. Confirmación por neuroimágenes
de enfermedad
cerebro-vascular, mediante
TAC o Resonancia
Nuclear Magnética
(RNM).
5. Confirmación histopatológica
(estudio de los tejidos
orgánicos) de la existencia
de daño cerebral isquémico
o hemorrágico y
exclusión de otros cambios
patológicos asociados a la
demencia.
Tipos de demencia
vascular
Existen tres tipos de demencia
vascular provocados
por diferentes lesiones:
? Vasculopatía cerebral: se
produce una degeneración
de vasos arteriales debida
a dos causas: la edad y la
hipertensión arterial.
? Síndromes lacunares:
el término “laguna” hace
referencia a las cavidades
que se forman tras sufrir
un ataque isquémico
transitorio (duración de
2-3 minutos). La mayoría
de estos infartos lacunares
son múltiples y conforman
un riesgo importante de
sufrir una isquemia cerebral.
Los factores de riesgo
en este caso son también la
edad y la hipertensión arterial.
? Enfermedad de Binswanger:
Este tipo de demencia
vascular es causada
por una isquemia crónica.
Se producen lesiones
cerebrales asociadas a una
disminución en la densidad
de mielina (sustancia
que envuelve y protege a
los axones de las neuronas,
promoviendo un aumento
en la velocidad de transmisión
del impulso nervioso).
Se observan como síntomas
clínicos una reducción
en la velocidad de los
procesos mentales y motores,
déficit atencional, disartria
(dificultad articulatoria
para la expresión del
habla) y depresión.
Síntom as de la
demencia vascular
Como ya se ha mencionado
anteriormente, a diferencia
de otros tipos de demencia
como la enfermedad
de Alzheimer, es complicado
establecer unos
síntomas y una evolución
concreta para la demencia
vascular. Esto se debe
a la variedad en las lesiones
cerebrales y, por lo
tanto, en sus consecuentes
síntomas. Sin embargo, sí
existen una serie de síntomas
que se consideran característicos
de la demencia
vascular:
1 Disfunción ejecutiva:
las funciones ejecutivas
son una serie de habilidades
superiores que dirigen
nuestra conducta, tales como
la planificación, la solución
de problemas, la toma
de decisiones o la monitorización
y supervisión
de acciones. Los pacientes
con demencia vascular
presentan un deterioro en
estas capacidades. Descubre
actividades para mejorar
las funciones cognitivas.
2. Alteración visoespacial:
supone una dificultad en la
percepción y manejo mental
de figuras, así como reconocimiento
de objetos y
caras.
3. Apraxia: se trata de una
incapacidad para llevar a
cabo movimientos simples
o complejos, sin tener como
origen una causa física.
4. Déficit atencional: Distracción
moderada o grave.
5. Curso fluctuante: la persona
con demencia vascular
no se mantiene estable,
en algunos momentos se
encuentra más deteriorado
que en otros.
6. Alteraciones de conducta:
apatía, depresión, irritabilidad
y ansiedad más
comúnmente.
7. Afectación funcional: dificultad
para llevar a cabo
las actividades de la vida
diaria tanto básica como
instrumental.
Evol ución y
tratamiento de
la demencia vascular
La demencia vascular, al
igual que el resto de demencias,
es una enfermedad
neurodegenerativa. Es
decir, se trata de un trastorno
el cual conlleva un
deterioro progresivo de las
funciones afectadas. Por lo
tanto, a pesar de que en el
caso de la demencia vascular
el curso sea fluctuante,
el deterioro de los síntomas
cognitivos avanza,
provocando con el tiempo
una pérdida total de funcionalidad.
El tratamiento farmacológico
utilizado para la demencia
vascular se centra
en procurar enlentecer el
proceso de deterioro, así
como en lograr una mejora
de los síntomas cognitivos
y conductuales. Por otro
lado, para favorecer el estado
cognitivo de la persona
con demencia vascular,
es aconsejable realizar actividades
de estimulación
cognitiva para demencias
que refuercen sus capacidades