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Demencia vascular: deterioro progresivo de las funciones cognitivas

29/07/2017 22:51 Santiago
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Demencia vascular: deterioro progresivo de las funciones cognitivas Demencia vascular: deterioro progresivo de las funciones cognitivas

La demenci a

es un síndrome

adquirido

de origen orgánico,

el cual provoca un

deterioro progresivo de las

funciones cognitivas. Este

deterioro deriva, con el

tiempo, en una incapacidad

funcional tanto en el

ámbito personal como social

y laboral.

Los síntomas que acompañan

a la demencia son

de tipo cognitivo (pérdida

de memoria, de atención,

de orientación espacio-

temporal, de reconocimiento

de objetos o personas,

etc.), de índole neurológica,

neuropsicológica

y/o conductual (depresión,

ansiedad, irritabilidad

o agresividad, alucinaciones,

delirios, etc.), así

como del ámbito funcional

(incapacidad para manejar

actividades de la vida diaria

básicas como la higiene

o la alimentación, e instrumentales

como la economía

familiar).

Origen de la

demencia vascular

Anteriormente se ha explicado

de manera resumida

en qué consiste una

demencia, sin embargo,

no se trata de un síndrome

de carácter homogéneo, sino

que, el término demencia

engloba a su vez diversos

tipos. La clasificación

más básica dentro de las

demencias es la que las divide

dentro de dos grandes

grupos: primarias y secundarias.

La demencia vascular

corresponde al grupo

de demencias secundarias,

es decir, demencias que se

desarrollan a causa de otra

lesión o patología.

La demencia vascular se

origina a causa de lesiones

de tipo vascular en el cerebro

(como ictus, que es

lo mismo que un derrame

cerebral). El perfil del paciente

con demencia vascular,

y las alteraciones

neurológicas que van a

acompañar a la evolución

de ésta, es muy heterogéneo

ya que depende de la

localización y el alcance de

la lesión.

Las enfermedades cerebro-

vasculares van a provocar

una alteración en la

irrigación sanguínea del

cerebro, dando lugar a un

daño cerebral focal, es decir

específico, o a un efecto

más global y difuso, conocido

como diasquisis. Esta

alteración puede tener como

origen dos tipos de accidentes

cerebro-vasculares

(ACV):

1. Demencia vascular por

isquemia cerebral:

Se trata de una interrupción

de la circulación sanguínea

en el cerebro, la

cual provoca la falta de

oxígeno y nutrientes necesarios

para el mantenimiento

de sus células. Los

síntomas previos a la isquemia

cerebral son:

? Aletargamiento.

? Incapacidad para hablar.

? Falta de comprensión.

? Falta de visión por uno o

ambos ojos.

? Adormecimiento de un

lado del cuerpo.

? Dificultad en la coordinación

motora.

? Intenso y repentino dolor

de cabeza.

? Hormigueo en brazos y

manos.

2. Demencia vascular por

hemorragia cerebral:

Debido a la ruptura de un

aneurisma (ensanchamiento

anormal en una

arteria) la sangre circula

ocupando espacio en el cerebro.

La afectación cognitiva

generada a raíz de la

hemorragia cerebral suele

ser más generalizada y

severa que aquella provocada

por la isquemia. Los

síntomas que se presentan

de manera previa a la hemorragia

cerebral son:

? Cefalea severa.

? Náuseas y vómito.

? Pérdida de conciencia.

? Rigidez de nuca.

La probabilidad de padecer

un accidente cerebrovascular

(ACV) aumenta

en el colectivo de la tercera

edad. Es común que aparezcan

pequeños y múltiples

accidentes cerebrovasculares

(subclínicos)

en diversas áreas, los cuales

provocan una afectación

cognitiva menos específica

y generalizada. A

pesar de que estos infartos

lacunares no sean percibidos

en el momento en que

ocurren, sí que se pueden

observar mediante neuroimágenes

(TAC).

Diagnóstico de la

demencia vascular

La demencia vascular es la

segunda forma más prevalente

de demencia, situándose

por detrás de la enfermedad

de Alzheimer.

Resulta complicado establecer

unos criterios clínicos

determinados para el

diagnóstico de la demencia

vascular ya que, debido

a la localización y el alcance

de la lesión cerebral,

va a existir una gran heterogeneidad

en las formas

clínicas de presentación

de ésta. Los criterios aportados

por NINDS-AIREN

para llevar a cabo un diagnóstico

de demencia vascular

son los siguientes:

1. Características clínicas

de demencia (deterioro

cognitivo y funcional).

2. Características clínicas

de enfermedad cerebrovascular

(haber sufrido un

accidente cerebral vascular:

isquemia o hemorragia).

3. Relación temporal (tres

meses) entre el accidente

cerebro-vascular y la aparición

de los síntomas clínicos

que corresponden a

la demencia, o inicio súbito

de la demencia con curso

fluctuante (inestabilidad

en los síntomas).

4. Confirmación por neuroimágenes

de enfermedad

cerebro-vascular, mediante

TAC o Resonancia

Nuclear Magnética

(RNM).

5. Confirmación histopatológica

(estudio de los tejidos

orgánicos) de la existencia

de daño cerebral isquémico

o hemorrágico y

exclusión de otros cambios

patológicos asociados a la

demencia.

Tipos de demencia

vascular

Existen tres tipos de demencia

vascular provocados

por diferentes lesiones:

? Vasculopatía cerebral: se

produce una degeneración

de vasos arteriales debida

a dos causas: la edad y la

hipertensión arterial.

? Síndromes lacunares:

el término “laguna” hace

referencia a las cavidades

que se forman tras sufrir

un ataque isquémico

transitorio (duración de

2-3 minutos). La mayoría

de estos infartos lacunares

son múltiples y conforman

un riesgo importante de

sufrir una isquemia cerebral.

Los factores de riesgo

en este caso son también la

edad y la hipertensión arterial.

? Enfermedad de Binswanger:

Este tipo de demencia

vascular es causada

por una isquemia crónica.

Se producen lesiones

cerebrales asociadas a una

disminución en la densidad

de mielina (sustancia

que envuelve y protege a

los axones de las neuronas,

promoviendo un aumento

en la velocidad de transmisión

del impulso nervioso).

Se observan como síntomas

clínicos una reducción

en la velocidad de los

procesos mentales y motores,

déficit atencional, disartria

(dificultad articulatoria

para la expresión del

habla) y depresión.

Síntom as de la

demencia vascular

Como ya se ha mencionado

anteriormente, a diferencia

de otros tipos de demencia

como la enfermedad

de Alzheimer, es complicado

establecer unos

síntomas y una evolución

concreta para la demencia

vascular. Esto se debe

a la variedad en las lesiones

cerebrales y, por lo

tanto, en sus consecuentes

síntomas. Sin embargo, sí

existen una serie de síntomas

que se consideran característicos

de la demencia

vascular:

1 Disfunción ejecutiva:

las funciones ejecutivas

son una serie de habilidades

superiores que dirigen

nuestra conducta, tales como

la planificación, la solución

de problemas, la toma

de decisiones o la monitorización

y supervisión

de acciones. Los pacientes

con demencia vascular

presentan un deterioro en

estas capacidades. Descubre

actividades para mejorar

las funciones cognitivas.

2. Alteración visoespacial:

supone una dificultad en la

percepción y manejo mental

de figuras, así como reconocimiento

de objetos y

caras.

3. Apraxia: se trata de una

incapacidad para llevar a

cabo movimientos simples

o complejos, sin tener como

origen una causa física.

4. Déficit atencional: Distracción

moderada o grave.

5. Curso fluctuante: la persona

con demencia vascular

no se mantiene estable,

en algunos momentos se

encuentra más deteriorado

que en otros.

6. Alteraciones de conducta:

apatía, depresión, irritabilidad

y ansiedad más

comúnmente.

7. Afectación funcional: dificultad

para llevar a cabo

las actividades de la vida

diaria tanto básica como

instrumental.

Evol ución y

tratamiento de

la demencia vascular

La demencia vascular, al

igual que el resto de demencias,

es una enfermedad

neurodegenerativa. Es

decir, se trata de un trastorno

el cual conlleva un

deterioro progresivo de las

funciones afectadas. Por lo

tanto, a pesar de que en el

caso de la demencia vascular

el curso sea fluctuante,

el deterioro de los síntomas

cognitivos avanza,

provocando con el tiempo

una pérdida total de funcionalidad.

El tratamiento farmacológico

utilizado para la demencia

vascular se centra

en procurar enlentecer el

proceso de deterioro, así

como en lograr una mejora

de los síntomas cognitivos

y conductuales. Por otro

lado, para favorecer el estado

cognitivo de la persona

con demencia vascular,

es aconsejable realizar actividades

de estimulación

cognitiva para demencias

que refuercen sus capacidades

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