Evangelio según San Mateo 13,36-43. Evangelio según San Mateo 13,36-43.
la multitud, Jesús regresó
a la casa; sus discípulos
se acercaron y le dijeron:
“Explícanos la parábola
de la cizaña en el campo”.
El les respondió: “El
que siembra la buena semilla
es el Hijo del hombre;
el campo es el mundo; la
buena semilla son los que
pertenecen al Reino; la cizaña
son los que pertenecen
al Maligno, y el enemigo
que la siembra es el demonio;
la cosecha es el fin
del mundo y los cosechadores
son los ángeles.
Así como se arranca la
cizaña y se la quema en el
fuego, de la misma manera
sucederá al fin del mundo.
El Hijo del hombre enviará
a sus ángeles, y estos
quitarán de su Reino
todos los escándalos y a
los que hicieron el mal, y
los arrojarán en el horno
ardiente: allí habrá llanto
y rechinar de dientes.
Entonces los justos
resplandecerán como el
sol en el Reino de su Padre.
¡El que tenga oídos,
que oiga!”
Comentario
“Cristo le devolverá
el Reino a su Padre”, dice
San Pablo (1Co 15,24),
no en sentido de que renunciaría
a su poder devolviéndole
su Reino, sino
porque somos nosotros
quienes seremos el Reino
de Dios, cuando hayamos
sido hechos conforme
a la gloria de su cuerpo,
constituidos Reino de
Dios por la glorificación
de su cuerpo.
Es a nosotros a quienes
devolverá al Padre,
como Reino, según lo que
está dicho en el Evangelio:
“Venid, benditos de
mi Padre, tomad posesión
del reino preparado
para vosotros desde la
creación del mundo” (Mt
25,34).
“Los justos brillarán
como el sol en el Reino de
su Padre”. Porque el Hijo
le entregará a Dios, como
su Reino, a aquellos a los
que convidó a su Reino, a
aquellos a quienes prometió
la bienaventuranza
de este misterio, por estas
palabras: “Bienaventurados
los limpios de corazón,
porque ellos verán
a Dios” (Mt 5,8)... he aquí
que aquellos que devuelve
a su Padre como su
Reino, ven a Dios.
El Señor mismo explicó
a sus apóstoles en qué
consiste este Reino: “El
Reino de Dios está dentro
de vosotros” (Lc 17,21).
Y si alguno quiere saber
quién es el que devuelve
el Reino, que escuche:
“Cristo resucitó
de entre los muertos, para
ser entre los muertos
el primer resucitado.
Ya que la muer te vino
por un hombre, también
por un hombre viene
la resurrección” (1Co
15,20-21).
Todo esto concierne al
misterio del Cuerpo, porque
Cristo es el primer
resucitado de entre los
muertos...
Es pues, para el progreso
de la humanidad
asumida por Cristo, que
“Dios lo será todo en todos”
(1Co 15,28). ?