La oposición venezolana, en pie de guerra La oposición venezolana, en pie de guerra
Caracas y todo el país está anarquizada, con el trasfondo del endurecimiento del gobierno y un terrorismo de Estado que se hizo más explícito con el virtual secuestro por comandos armados de los presos políticos Leopoldo López y Alfredo Ledezma. Conmocionado, el Legislativo controlado por la oposición denunció esa provocación, se solidarizó con los detenidos y realizó una sesión en la que declaró que desconoce por fraudulenta a la Asamblea Constituyente votada en una sospechosa elección el domingo pasado. En una declaración, el Parlamento se comprometió a adoptar "todas las medidas y acciones para deponer a la Constituyente como poder ilegítimo" y urgió a la Fiscalía a investigar "los delitos cometidos en la organización y realización" de la elección. La controversia por el vidrioso trámite de la Constituyente, que los legisladores llaman "prostituyente", y los arrestos de López y Ledezma fragmentaron al bloque oficialista en un reflejo nítido de las crecientes tensiones internas que experimenta la nomenclatura. Tres diputados chavistas rompieron con su bloque, entre ellos, Germán Ferrer, el esposo de la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, que se ha rebelado contra el régimen y repudiado la elección del domingo. Los tres formaron un grupo separado llamado socialista y se unieron a la disidencia, que recuperó así la mayoría absoluta que la Justicia chavista le había recortado.
El nuevo arresto de los dos dirigentes conmovió al país.