Evangelio según San Mateo 17,14-20. Evangelio según San Mateo 17,14-20.
la multitud, se le acercó un
hombre y, cayendo de rodillas,
le dijo: “Señor, ten piedad
de mi hijo que es epiléptico
y está muy mal: frecuentemente
cae en el fuego y también
en el agua.
Yo lo llevé a tus discípulos,
pero no lo pudieron curar”.
Jesús respondió: “¡Generación
incrédula y perversa!
¿Hasta cuándo estaré con
ustedes? ¿Hasta cuándo tendré
que soportarlos? Tráiganmelo
aquí”.
Jesús increpó al demonio,
y éste salió del niño, que desde
aquel momento quedó curado.
Los discípulos se acercaron
entonces a Jesús y
le preguntaron en privado:
“¿Por qué nosotros no pudimos
expulsarlo?”.
“Porque ustedes tienen
poca fe, les dijo. Les aseguro
que si tuvieran fe del tamaño
de un grano de mostaza,
dirían a esta montaña:
“Trasládate de aquí a allá”, y
la montaña se trasladaría; y
nada sería imposible para ustedes”.
Comentario
La poca fe de los discípulos
retrasa la curación del
epiléptico. Por su parte la relación
del Mesías Jesús con
su pueblo termina en amenaza.
Jesús da por concluida su
misión con respecto a Israel.
El versículo 20 sobre la fe
constituye con toda probabilidad
una palabra auténtica
de Jesús. El maestro utiliza la
hipérbole, el contraste entre
lo máximo y lo mínimo: el grano
de mostaza y la montaña.
Con ello Jesús señala la paradoja
de la fe: un mínimo de
fe obtiene ya un efecto desorbitado.
¡Cuánto más una fe
plena, llena de confianza en el
Mesías...!
La falta de fe aparece como
el fundamento del fracaso
de los discípulos y de la Iglesia
entera.
Es en la fe donde la persona
se reconoce vulnerable y
necesitada. Y desde esa necesidad
se abre a la confianza
en el Dios que hace posible
lo que parece imposible para
el ser humano. El que confía
en este Dios resucitador y vitalizador
experimenta que se
multiplican sus posibilidades;
se abre a otras dimensiones
de la realidad, que se carga
de futuro y de esperanza.
Contar con las posibilidades
de Dios es el verdadero realismo
de la fe.?