Faro ya descansa en el río Dulce

Las cenizas del compositor santiagueño José Antonio Faro, fallecido en Buenos Aires en 1991, fueron esparcidas en el río Dulce ayer, frente a Plaza Añoranzas, con la presencia de su esposa, Beatriz Rosa Donda, uno de sus hijos, José Antonio Faro, familiares y amigos.

La ceremonia se cumplió en coincidencia con la conmemoración del Día Internacional del Folclore. Eduardo Manzur brindó una semblanza de Faro, mientras que Freddy Páez interpretó "Escondido de rezabaile" mientras eran esparcidas las cenizas en el río Dulce.

José Antonio Faro, hijo del creador de célebres composiciones como "Escondido de rezabaile", destacó que él, junto con su madre, Beatriz Rosa Donda, y su hermano radicado en Brasil, Alejandro Gabriel Faro, decidieron la cremación de quien fuera autor de la chacarera "Ashpa súmaj", la zamba "Tacita de Plata", "Chacarera del monte", "Chacarera del santiagueño", "Flor de chacarera", "Zamba del caminante", "La manogasteña", "Pampa Taquello", "La Norteña", "El Remanso de Loreto", "Fiesta linda", y otros grandes éxitos del folclore santiagueño.

Faro nació en Santiago en 1928. Se radicó muy joven en Buenos Aires donde se graduó de abogado y escribano. Durante muchos años se desempeñó como asesor letrado de Sadaic, convirtiéndose en un valioso referente para los compositores santiagueños en ese ámbito. Se vinculó a la música nativa cuando niño al integrar el conjunto de danzas de don Andrés Chazarreta en 1934, su tío político. En Buenos Aires fue un gran propulsor y colaborador de los centros de residentes santiagueños, siendo fundador y presidente del "Santiago Manta".