A Mons. Chávez le preocupa la cantidad de suicidios de adolescentes en la diócesis

Tras una reunión que mantuvo con varios obispos en la Villa Jericó, departamento Capital, el obispo de Añatuya, monseñor José Melitón Chávez, expresó su preocupación ante un fenómeno social que en los últimos días azotó a esta diócesis: la muerte autoinfligida de tres jóvenes.

A su regreso a esta ciudad, concedió una entrevista a un periodista de Radio del Siglo. Más allá de contar algunos detalles de la reunión con el resto de los obispos del NOA y del NEA en donde hablaron sobre la problemática de la pobreza y las adicciones, se refirió a lo que sucedió en los últimos siete días en diferentes puntos de la extensa diócesis de Añatuya: el suicidio de 3 adolescentes, según relata el sitio Sur Santiago.

En menos de una semana tres adolescentes se quitaron la vida. Uno de los casos se registró en San José del Boquerón (departamento Copo), otro en la ciudad de Campo Gallo (Alberdi) y también otro en la misma Añatuya (General Taboada), sede del Obispado.

Sin horizontes

En primer lugar, Monseñor Chávez admitió: "Estoy preocupado por la cantidad de suicidios" y de inmediato puso énfasis en las primeras medidas adoptadas frente a un flagelo que tanto daño hace a una sociedad que necesita de sus jóvenes como los hacedores del futuro.

En este sentido, también ensayó un diagnóstico de las causas que llevarían a los adolescentes a tomar tan drásticas determinaciones a tan joven edad: "Ya hablé con el sacerdote a cargo de la Pastoral Juvenil. Hoy en día los chicos sufren la falta de esperanza, de horizontes. Si llevan a Dios en ellos, no tomarían esas determinaciones", indicó el prelado.

Para los progenitores

A modo de una respuesta que esta situación demanda, dijo: "Los chicos tienen muchos problemas en las familias. Los padres deben animarse a abrazar a sus hijos y decirles cuánto los quieren. Deben perder el miedo de demostrar sus afectos hacia sus hijos". Durante la entrevista Mons. Chávez mencionó otros factores que pueden impulsar a los adolescentes a tomar semejante determinación: "Hay crisis entre los padres o bien en el noviazgo".

"Si Dios está instalado en el corazón de los adolescentes no tomarán esas determinaciones. Debemos darles esperanzas, amor y abrazarlos".