Santiago recibe a Mons. Enrique Martínez Ossola

Desde pequeÑo sintió el llamado de Dios para ser sacerdote

Enrique Alberto Martínez Ossola nació en Córdoba el 3 de junio de 1952, día en el que se celebra a Santo Tomás Apóstol.

Hijo del matrimonio de Ramón Alfredo Martínez y Amalia Ossola, conocidos como don "Ñato" y doÑa "Paya" entre sus familiares, se crió a junto a sus dos hermanos (Guillermo y Pedro) en el popular barrio cordobés General Paz. Cuando cursaba quinto grado en la escuela primaria "Gregoria Matorras de San Martín" sintió el llamado divino y eligió ser sacerdote. Tenía apenas 10 aÑos cuando "Quique" se animó a contarle a su mamá el deseo que tenía de ser sacerdote. Le dijo que era su último festejo de cumpleaÑos en su hogar, porque él iba a entrar al seminario.

Sus padres no esperaban esta revelación y le dijeron que primero debía terminar la escuela. "Me llamó la atención la presencia de un sacerdote que era capellán en el colegio de las Hermanas Esclavas, por lo que dije que quería ser como el padre Carlos Audicio", contó el sacerdote en une entrevista. Este sacerdote fue su referente, ya que lo consideraba como "un hombre muy inteligente, muy preparado, hablaba de Dios y realmente tenía una presencia muy fuerte, por lo que estaba decidido a ser como ese padre". Así fue como ingresó al Seminario Menor Nuestra SeÑora del Rosario, de la arquidiócesis de Córdoba, en Jesús María. En el último aÑo del Nivel Secundario apareció la duda de qué iba a estudiar: arquitectura o medicina.

Pero el sacerdote Jesús Roldán, su director espiritual, le dijo que siguiera estudiando para ser cura. De los 60 alumnos del seminario menor, dos pasaron al seminario mayor y el Martínez Ossola fue el único que se ordenó como sacerdote. Pasó al seminario mayor Nuestra SeÑora de Loreto, también de la arquidiócesis de Córdoba, donde encontró "otros elementos que me fortalecieron en mi vocación, había otras personas, otros sacerdotes", según declaró.

En 1973 se trasladó a La Rioja y en 1975 continuó sus estudios eclesiásticos en el Colegio Máximo de los jesuitas, en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Fue ordenado sacerdote el 11 de marzo de 1978 por el entonces obispo de La Rioja, monseÑor Bernardo Witte.