Monseñor Bokalic presidió una misa en la que se pidió por las víctimas de la tragedia de Simbol a tres años del doloroso hecho

LORETO, Loreto (C). Con el santuario de Nuestra Señora de Loreto colmado, el obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, celebró una misa pidiendo por el descanso de las víctimas de la tragedia vial de Simbol y para rogar por el consuelo de sus deudos, al cumplirse el tercer aniversario de ese doloroso episodio. El obispo concelebró con padre Mariano Ledesma rector del santuario loretano.

Frente al altar se colocaron las fotos de los loretanos que perdieron la vida en la tragedia del Simbol y desde allí fueron recogidas por sus familiares y amigos para iniciar la marcha que recorrió en silencio las calles de la ciudad. "Cada vez que paso por el lugar de la tragedia elevo una oración por ellos y por todas las personas que murieron trágicamente camino a sus trabajos" sostuvo Bokalic.

"Por eso es que lo sentimos a Jesús tan cercano a nosotros, porque nada de lo que le pasó a Jesús nos es ajeno a nuestra experiencia humana, ha pasado por todo lo que podemos vivir nosotros y la prueba más grande que es la muerte... pero la muerte no es el final de la historia, es el encuentro definitivo con Dios. Esta es nuestra esperanza, nuestra vida no termina aquí, esperar es caminar sin ver, es creer que más allá del tremendo golpe que sufrieron estas familias de nuestro querido Loreto sabemos que al final está la vida sabemos que nos vamos a encontrar con aquellos que se nos han adelantado", reflexionó.

Al finalizar la celebración las personas que participaron se encolumnaron en la caminata denominada a Favor de la Vida, que recorrió las calles céntricas de la ciudad realizando paradas en distintas esquinas donde se reflexionó sobre las situaciones que atentan contra la vida.