Por primera vez en Santiago, un exconscripto será juzgado por delitos de lesa humanidad

En la instrucción de las numerosas causas y durante los juicios que se celebraron en Santiago del Estero, referidos a los crímenes de lesa humanidad, se abordó el accionar del aparato represivo militar que funcionó en los 70. Aunque siempre se recayó en la responsabilidad de los mandos castrenses en las tareas represivas; desde los organismos de DD.HH. y las querellas pusieron bajo la lupa a los soldados conscriptos, que hicieron el servicio militar durante los años de plomo. Particularmente por el silencio que entienden, guardan sobre hechos que pudieran haber presenciado y que están vinculados con secuestros, torturas o asesinatos. Pero la Justicia Federal santiagueña, Fiscalía y Juzgado, fue más allá en una investigación y logró comprobar (al menos en la instrucción), la responsabilidad de un soldado dragoneante en un caso por delitos de lesa humanidad y por ello, elevó su caso a juicio oral. Su nombre es Carlos Pithod, quien había sido mencionado en el juicio Megacausa 1 por el secuestro, torturas y desaparición de Ana María Mrad de Medina, una joven profesora de Filosofía de Tucumán. Ana María y su amiga la Dra. Graciela Lescano de Calderón fueron capturadas el 21 de noviembre de 1975, en un procedimiento conjunto de los militares y de efectivos de la "exSide" santiagueña al mando de Musa Azar Curi (cuatro condenas a prisión perpetua, tres por delitos de lesa humanidad, y una por crímenes en democracia). Eran alrededor de las 20; ambas iban caminando por Pedro León Gallo y Granadero Saavedra, en cercanías de la exterminal de ómnibus, cuando se presentaron el teniente coronel Carrasco y el soldado Pithod vestidos de civil y les ordenaron detener la marcha, oportunidad en que comenzaron a correr en distintas direcciones. Lescano fue interceptada por Musa Azar Curi; mientras que Ana María fue capturada por los militares. Ambas fueron trasladadas al Batallón 141 de Ingenieros de Combate y más tarde al campo militar en Santo Domingo (Robles), donde fueron torturadas. Mrad de Medina fue vista días después y por última vez con vida, en un centro clandestino de detención en Tucumán. Derrotero judicial Luego de un largo derrotero del expediente, apelaciones mediante, el juez federal N° 2 de Tucumán, Fernando Poviña, que subrogó al juez federal de Santiago del Estero, Guillermo Molinari, hizo lugar al requerimiento de la fiscal federal general Indiana Garzón, y elevó el caso contra Pithod a juicio oral. Los cargos que se le endilgan son privación ilegítima de la libertad, partícipe necesario de torturas y asociación ilícita; cargos que fueron confirmados por la Cámara Federal de Apelaciones. De esta manera, el de Pithod, será el primer caso en Santiago del Estero y uno de los pocos en el país, donde se juzgue la responsabilidad de los soldados conscriptos en las tareas represivas.