"Por amor hacemos cosas que jamás pensamos hacer"

“Sueño contigo a cada momento, y no hay nada que desee más en la vida; te amo más que a la belleza de una rosa, si tu piel es más suave y hermosa. Lucharé para estar contigo, sólo debo tener paciencia y dejar que Dios obre en nuestras vidas”.

Páez fue desandando su deseo hacia Patricia González en el texto que delineó en una sala del Hospital Psiquiátrico Diego Alcorta. Quizá la idea de huir de ese lugar ya se estaba gestando, alentada por la manifiesta voluntad de estar con ella.

“Sólo espérame, que sólo estoy dormido y un día despertaré y tendrás mi cita y volveremos a estar juntos, luz de mi vida, estrella de mis sueños, de mi corazón, que apenas despierte te iré a buscar mi princesa, no busques a nadie que te ame porque mi vida es para ti, mi cuerpo, mis manos, y yo las quiero para ti”.

El hombre escribe como si la tuviera delante: “Sé que es difícil y que a veces te sentirás sola, pero busca a Jesús y él te dará la fuerza para seguir, te dará el amor como a mí me lo dio, por amor hacemos cosas que jamás pensamos hacer, por amor lloramos y sufrimos, por amor aprendemos a ser hombre y mujer, por amor la vida nos separa y nos une”.

Es notable cómo a veces escribe ciertas palabras con mayúsculas y cómo en otras prefiere dejarlas en minúscula aunque le imprime el mismo significado. Es así con “Dios”, con “Amor”, con los pronombres “Ti”, “Te”, etc.

“Mi amor, perdóname si te hago llorar, si te hice sufrir y por eso quizás te querías alejar de mí, pero soy sincero sólo estoy enamorado de ti, como un loco te amo, con tus defectos y forma de ser, y lo haré porque soy así porque no sé cómo ser sin ti”. l