La pasión y la entrega de una joven por el bel canto La pasión y la entrega de una joven por el bel canto
¿Qué te posibilitó el incursionar en el bel canto?
Me permitió ratificar mi gran pasión y el encontrarme con excelentes personas y maestros, quienes hicieron un gran aporte para mi formación musical. Además, y fundamental, el apoyo de mi familia. Comencé desde muy chica a cantar en Córdoba y, luego, me radiqué en Italia.
¿Qué destacarías de ese camino recorrido?
El canto ha marcado mi vida. Cantar me ha hecho muy bien. He conocido muchas culturas distintas. He tenido el privilegio de cantar en tantos países y en tantos contextos. También estoy teniendo muchísimas satisfacciones como maestra en distintos lugares del mundo. El haber podido comunicarme con la gente es el elemento que más me gusta de esta profesión.
De todos los personajes que le has dado vida en un escenario, ¿Violeta Válery es el que te marcó?
Es un personaje (pertenece a La Traviatta, de Giusseppe Verdi) que me gusta mucho. Es por que sentí que me transformaba, en el escenario, de esa niña en una mujer. Acostumbrada a personajes más chicos, como Gilda de Rigoletto, encontrarme con Violeta fue algo muy importante y muy fuerte incluso psicológicamente para mí. Violeta es un rol que adoro.
¿Tuviste mayor preparación vocal o teatral?
Las dos cosas juntas. Vocalmente, es muy difícil. Teatralmente, te demanda una mayor preparación para la elaboración del personaje, que es demandante y muy rico en matices.
