Falleció Solano López, el dibujante de El Eternauta
Había nacido en 1928 en Buenos Aires y publicaba profesionalmente desde 1953. Ya era conocido cuando ilustró la historieta de Héctor Germán Oesterheld.
El dibujante Francisco Solano López, autor junto con el guionista Héctor Germán Oesterheld de la historieta El Eternauta, falleció ayer como consecuencia de una hemorragia cerebral. Por decisión de su familia, no será velado y su cuerpo será cremado y quedará en una bóveda en Recoleta (Buenos Aires).
Nacido en Buenos Aires en 1928, Solano López -tataranieto del mariscal paraguayo del mismo nombre- comenzó a publicar profesionalmente en 1953 en la editorial Columba. Cuando pasó a la editorial Abril, ya era reconocido como dibujante de aventuras. Allí conoció a Oesterheld.
Solano López y Oesterheld comenzaron a trabajar juntos en 1955 en la serie Bull Rocket de la revista Misterix. En la editorial Frontera, de Oesterheld, le pusieron la firma a los personajes de Rolo el Marciano Adoptivo, Amapola Negra, Joe Zonda, Rul de la Luna y El Eternauta. El Eternauta se publicó como tira semanal en Hora Cero a partir de 1957. Después fue reeditada en numerosas ocasiones. Oesterheld la recreó más adelante con Alberto Breccia.
Luego de esa saga, Solano López colaboró con la editorial inglesa Fleetway y se radicó en Europa entre 1963 y 1968 (desde donde creó a Galaxus, Kelly Ojo Mágico, Adam Eterno y el Profesor Kraken). Regresó al país para publicar en Columba y en 1976 aceptó la propuesta de Ediciones Record para reunirse con Oesterheld y crear una segunda parte de El Eternauta, publicada en la revista Skorpio, al tiempo que inicia junto a Ricardo Barreiro la saga de Slot Barr.
Luego de la desaparición de Oesterheld durante la dictadura militar, Solano López emigró a España en 1977, se dice que para proteger a su hijo Gabriel de la dictadura. En España terminó Slot Barr y creó, con su hijo como guionista, la saga de Ana y las Historias Tristes. Entre otras, dibujó la serie bélica Aguila Negra, para Nippur Magnum; Calle Corrientes, para SuperHumor; y Evaristo, aparecida en Fierro.
El erotismo estuvo presente en su obra, con ejemplos como Instituto y Ministerio. Según el periodista especializado en historietas Diego Marinelli, “Instituto es una excelente muestra de cómo Solano López era capaz de dar vida a obras de gran impronta autoral, incluso cuando trabajaba por encargo, para la gran maquinaria del comic norteamericano”.
Nacido en Buenos Aires en 1928, Solano López -tataranieto del mariscal paraguayo del mismo nombre- comenzó a publicar profesionalmente en 1953 en la editorial Columba. Cuando pasó a la editorial Abril, ya era reconocido como dibujante de aventuras. Allí conoció a Oesterheld.
Solano López y Oesterheld comenzaron a trabajar juntos en 1955 en la serie Bull Rocket de la revista Misterix. En la editorial Frontera, de Oesterheld, le pusieron la firma a los personajes de Rolo el Marciano Adoptivo, Amapola Negra, Joe Zonda, Rul de la Luna y El Eternauta. El Eternauta se publicó como tira semanal en Hora Cero a partir de 1957. Después fue reeditada en numerosas ocasiones. Oesterheld la recreó más adelante con Alberto Breccia.
Luego de esa saga, Solano López colaboró con la editorial inglesa Fleetway y se radicó en Europa entre 1963 y 1968 (desde donde creó a Galaxus, Kelly Ojo Mágico, Adam Eterno y el Profesor Kraken). Regresó al país para publicar en Columba y en 1976 aceptó la propuesta de Ediciones Record para reunirse con Oesterheld y crear una segunda parte de El Eternauta, publicada en la revista Skorpio, al tiempo que inicia junto a Ricardo Barreiro la saga de Slot Barr.
Luego de la desaparición de Oesterheld durante la dictadura militar, Solano López emigró a España en 1977, se dice que para proteger a su hijo Gabriel de la dictadura. En España terminó Slot Barr y creó, con su hijo como guionista, la saga de Ana y las Historias Tristes. Entre otras, dibujó la serie bélica Aguila Negra, para Nippur Magnum; Calle Corrientes, para SuperHumor; y Evaristo, aparecida en Fierro.
El erotismo estuvo presente en su obra, con ejemplos como Instituto y Ministerio. Según el periodista especializado en historietas Diego Marinelli, “Instituto es una excelente muestra de cómo Solano López era capaz de dar vida a obras de gran impronta autoral, incluso cuando trabajaba por encargo, para la gran maquinaria del comic norteamericano”.