OBRA

José "Pepe" Cibrián Campoy trae a Santiago a un renovado Drácula

El padre de los musicales en la Argentina habló de los cambios que introdujo a su obra cumbre. La presencia de su sobrina en un rol central. Vampirismo y erotismo para una puesta renovada que sigue atrapando a los argentinos.

Ángel Mahler y José Cibrián, una dupla que de musicales sabe mucho.
Drácula es el musical mimado de José “Pepito” Cibrián. Es la “criatura” artística, entre tantas concebidas, que mayor satisfacción le da. A veinte años de su estreno, el padre de los musicales en la Argentina, en diálogo exclusivo con PURA VIDA, supo expresar, en febrero pasado, que extraña Santiago del Estero “provincia que siempre nos ha recibido con la calidez que caracteriza a su gente y con la que deseo volver con Drácula”.

Ese deseo está a punto de cumplirse. Es que mañana, todo el elenco, llegará a la “Madre de Ciudades” para quedarse dos días y, en el teatro 25 de Mayo, realizar funciones. Este nuevo retorno a Santiago tendrá una particularidad: la función de mañana será exclusiva para los colegios secundarios mientras que la del viernes 2, a las 22, para todo público.

Renovado en sus conceptos y en su puesta, esta creación es un semillero de futuras estrellas. De este escenario triunfaron Paola Krum, Damián De Santo, Omar Calicchio, Cecilia Milone y la eterna presencia de Juan Rodó, un bajo-barítono que acompaña desde siempre a “Pepito” Cibrián Campoy y Ángel Mahler.

”Desde el 82 que tomamos audiciones siempre lo hicimos así. Es darle la oportunidad a la gente joven con talento. Todos te van a decir que lo que vivieron en esa experiencia es distinto a las ocho semanas de un ensayo de tal hora a tal hora, con todo muy armado, con muchos preconceptos; algo que se repite: se vuelve tal cual se hizo a otros lados del mundo, que no está mal, pero deja de ser una repetición. Se repite el esquema. Y nosotros fabricamos un esquema. Y dentro de ese esquema nos gusta que la gente tenga un aporte vital, que sea la diferencia”, consignó Cibrián Campoy.

El origen
Y la magia continúa con este imponente musical, una magia que quizá tenga que ver con el origen literario-cinematográfico de su asunto, su mixtura de sexo y vampirismo, y con una estructura dramática y musical que Cibrián-Mahler nunca pudieron superar.

La obra tiene su origen en la novela de Bram Stoker (1897). Un empleado de una empresa que vende tierras (Jonathan Hacker), viaja a Transilvania para entregar al Conde Drácula (Juan Rodó) títulos de propiedad de una abadía en Inglaterra.

El muchacho se introduce en mundos desconocidos -vampirismo y algún inesperado acceso erótico- al punto de perder la identidad y hacer que su novia Mina (Candela Cibrián Tapia, mezzosoprano y sobrina de “Pepe”) se imagine desde lejos lo peor.

Mientras tanto, la chica y su ama (Adriana Rolla) reciben a Lucy (Luna Pérez Legnini, una joven de 16 años que debuta), íntima amiga de Mina que viene para casarse... pero manifiesta conductas extrañas, porque es ya una víctima del vampiro.

El resto es clásico: el profesor Van Helsing (Germán Barceló) alerta y lucha contra el vampirismo, Drácula cree descubrir en Mina a su amada perdida hace siglos y el peligro de una epidemia de muertos vivientes se apodera de la escena.

Aquí no hay ristras de ajo pero se han multiplicado los crucifijos que alejan a los seres demoníacos. En el fondo todo es una enorme historia de amor en la que Drácula sufre por no poder amar a Mina y el público, al fin y al cabo, se hace eco de ese sufrimiento.

Modificaciones
“En general, todas las obras que hemos estrenado -como El jorobado de París, Las mil y una noches, El fantasma de Canterville o Calígula, siempre las seguimos modificando. En cambio, con Drácula nunca lo habíamos hecho, por cábala”, destacó Cibrián.

“Esta vez, será por los 20 años, será porque mi cabeza dijo ya... la cuestión es que decidimos hacer una nueva puesta. Yo, particularmente, necesitaba retomarla pero con algo diferente, con lo que yo como persona, como individuo, he ido modificando. Por eso, hoy mi visión de la obra es otra”, remarcó Cibrián.

”Pepito” agregó que en esta nueva versión los arreglos de Angel Mahler son “totalmente diferentes, la puesta es totalmente distinta, hay escenografías muy buenas. Majestuosas. Fantásticas. El decorado, el vestuario, todo. Así que también se ha generado algo en esta versión que nunca había pasado antes en el Luna Park... un delirio tan brutal que no se puede creer, la asistencia del público, maravilloso”.

Presencia de Van Helsing
Al referirse a las modificaciones puntuales que hizo a Drácula, comentó: “Le di una mayor presencia al Dr. Van Helsing, incluyendo una escena donde se explica más quién es y por qué está allí, cuál es el motivo de su presencia. Se trabajó muchísimo sobre la historia de Mina, de su familia, de Lucy, de sus conflictos psicológicos. También modifiqué a los personajes de Nani y Jonathan”, especificó.

También habló acerca del trabajo que hace su sobrina, Candela Cibrián Tapia quien interpreta a Mina. “Verla a ella en el escenario es como ver a mi madre, es muy fuerte realmente. Además es una mujer muy preparada, muy profesional”, indicó. En cuanto a los arreglos que hizo Damián Mahler, hijo de Ángel, remarcó: “También es muy conmovedor verlo ahí conduciendo la orquesta. Es como mi hijo, imagínate, conozco a Ángel desde hace 30 años, y Damián tiene 22.
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