PROYECTO

Un equipo de arqueólogos busca vestigios de un pueblo perdido hace 800 años

Docentes y alumnos de la UNT realizan tareas de investigación en el departamento Avellaneda.

COLONIA DORA, Avellaneda (por corresponsalía de Añatuya) Un equipo de arqueólogos comenzó a trabajar en sitios estratégicos del departamento Avellaneda en busca de un pueblo aborigen precolombino, de una antigüedad superior a los 800 años, pero que incluso tendría raíces o posibles conexiones con civilizaciones prehistóricas de Oriente Medio y Europa, anteriores a la separación de los continentes, teoría surgida del trabajo de los hermanos Emilio y Duncan Wagner, cuyo legado inspiró el actual proyecto.

El grupo arribó a nuestra provincia luego de un convenio firmado con el Centro Cultural del Bicentenario para realizar tareas de mapeo, sondeos y excavaciones en una amplia zona. La delegación está encabezada por el co-director del proyecto, arqueólogo Carlos Angiorama, a quien acompañan dos colegas en la especialidad, tres técnicos y alumnos del Instituto de Arqueología y Museo de la Universidad Nacional de Tucumán, hasta completar once integrantes.

Este primer viaje de campo tiene como objetivo efectuar un mapeo lo más completo que sea posible de la zona en la que se planteó la búsqueda para luego regresar y comenzar las excavaciones, ya que se presume que en la zona aun quedan importantes restos arqueológicos que quieren desenterrar y estudiar.

El arqueólogo Carlos Angiorama explicó: “Estamos iniciando un proyecto de investigación arqueológica con la finalidad de resolver una serie de problemas que hemos estado planteando para una época antes de la llegada de los españoles, principalmente en la zona este de Avellaneda. Estuvimos haciendo un mapa general de los lugares donde aparecen restos de vasijas antiguas o montículos con ocupación de épocas prehispánicas”, indicó Angiorama.

Añadió que “el objetivo del proyecto es saber cómo vivía la gente en el pasado en esta zona y de qué época son las evidencias, además saber qué relación tenía esta gente con las que habitaban los valles del Noroeste Argentino, porque estamos observando que hay ciertos elementos en cerámica, en objetos para hilar y en metales que tienen relación con los de los valles del Noroeste”.
La delegación agradeció al Gobierno de la provincia y a las autoridades del museo Wagner. Y también el gran respaldo recibido por la intendencia municipal de Colonia Dora, que brindó apoyo logístico al grupo que trabaja en la zona.

Maestros y precursores

El arqueólogo hace un alto en el relato del trabajo que realizan para referirse a la obra de los hermanos Emilio y Duncan Wagner, de destacada labor en la provincia a principios del siglo XX en materia de arqueología. “La obra de los Wagner es pionera y casi única para la zona”, indicó Angiorama. “Desde que ellos dejaron de trabajar en la zona prácticamente no hubo nuevas investigaciones -añadió-. Ellos aportaron piezas que son las más importantes del país y una cantidad de objetos increíbles, pero trabajaban en una época en que se hacía arqueología de otra manera. Hoy contamos con otros recursos para analizar los materiales, otras técnicas de excavación y técnicas de análisis que en ese momento no existían”.

Amplió en cuanto a estas diferencias: “Ellos quizás excavaban determinado lugar y recuperaban una serie de vasijas muy bonitas, interesantes, pero nosotros hoy tenemos la posibilidad de hacer estudios de los sedimentos que están alrededor de la vasija, análisis químicos de las paredes de la cerámica, podemos saber qué contenían y también la dieta de la gente que murió y enterraron allí y de qué época eran”.

El arqueólogo reconoció que “obviamente la obra de los hermanos Emilio y Duncan Wagner fue fundamental; es más, nosotros empezamos nuestra tarea aquí localizando los lugares donde trabajaron los Wagner; su obra nos sirvió de punto de partida para esta investigación, si ellos no hubieran trabajado aquí no se sabría en la Argentina la existencia de nada arqueológico en esta zona, pues no hubo investigaciones posteriores. El gran aporte de los hermanos Wagner en el contexto de la arqueología nacional fue dar a conocer a Santiago del Estero. Fueron los únicos que se ocuparon de esta región”.

Civilizados

Angiorama se apasiona cuando relata los detalles del pueblo que rastrean a través de sus vestigios arqueológicos: “La idea que existía de esta zona era que la habían habitado siempre pueblos cazadores, los bárbaros, los malones, gente que vivía de la caza y la pesca, pero los Wagner demostraron que aquí había gente de un gran conocimiento cultural y no como describen los primeros españoles que eran gente que no sabían hacer nada”.

“Eso lleva a que la arqueología argentina supiera de la existencia de elementos únicos aquí en esta zona de Avellaneda. La calidad de la cerámica de esta zona es de la más alta del país. La tecnología cerámica que se encuentra en este lugar es comparable a la Inca, a lugares centrales de los Andes”, afirmó el arqueólogo.

Sobre cómo surge la iniciativa de trabajar en esta zona Angiorama manifestó: “La doctora Constanza Taboada conjuntamente con quienes integramos el equipo, presentamos el proyecto que fue evaluado y aprobado por el Conicet, que nos otorgó permiso para realizar los trabajos en esta provincia. La mayoría de los proyectos que presentamos son avalados y auspiciados por Conicet. Este proyecto en concreto es a largo plazo, calculamos dos o tres años. Ubicamos muchos elementos sueltos, restos de vasijas y esos deben ser estudiados y todo lleva su tiempo, pero auguramos resultados exitosos en esta investigación”, concluyó.
Ir a la nota original

NOTICIAS RELACIONADAS

MÁS NOTICIAS