UN CAPÍTULO DRAMÁTICO

El Puntero, en boca de todos

Una vez más Julio Chávez y Luis Luque, demostraron que el público también se deja seducir por una buena ficción. Con “El Gitano”, su personaje en El Puntero, sepultando a su única hija, muerta en una pelea sindical, hizo que el rating trepara a los 22 puntos, y que Twitter y Facebook se convirtieran en una vidriera de elogios, tras magníficas actuaciones.

La tira de El Trece, El puntero midió 22 puntos y escaló al segundo lugar de lo más visto del miércoles, por lo que se consolidó como el programa elegido por el público. El primer puesto lo ocupó Herederos de una venganza, con 24 puntos, una ficción adonde el drama también se apodera de sus escenas.
Pero, el unitario que encabeza Julio Chávez, con Luis Luque, Rodrigo De la Serna y Gabriela Toscano le aportó la cuota de tragedia y dolor tan parecidos a los de la vida real, que apenas terminó el capítulo los televidentes llevaron los aplausos al Twitter y a Facebook.

¿Qué pasó?

Julio Chávez, en la piel de “El Gitano” se muestra siempre como un ser frío e inquebrantable, tanto con su familia, como con el mundo de la política.
Pero en el capítulo del miércoles ese mismo “Gitano” mostró su costado más sensible al producirse el momento de mayor dolor y tristeza que significó la muerte de su hija Libertad (Belén Blanco)
La tragedia se desató luego de un furioso enfrentamiento ocurrido en el barrio 27 de Abril entre militantes del intendente interino, Leme (Pablo Brichta), y de un sindicato, seguidor del intendente depuesto, Iñíguez (Carlos Moreno).
Mientras Libertad estaba internada, en grave estado y el panorama era desalentador, el Gitano mantuvo una actitud esperanzadora, casi ciega, generando sorpresa en su entorno. Sin embargo, esa fortaleza comenzó a quebrarse cuando sonó el teléfono y le llegó la noticia que él no quería escuchar: la muerte de su hija.
El homicidio de la joven despertó diversos sentimientos en el entorno del “Gitano”. Por un lado, su mejor amigo, Levante (Luis Luque), quien estaba de novio con Libertad y le había conseguido el trabajo en la intendencia un día antes del enfrentamiento armado, estaba devastado, culpándose a sí mismo por la muerte de su pareja y buscando, empecinado, a quien disparó la bala asesina. Al final del capítulo, se enteró que el arma pertenecía a su hermano, Leme.
La madre de Perotti, Antonia (María Rosa Fugazot), y su mujer, Clara (Gabriela Toscano), tampoco pudieron asimilar la noticia.
Lombardo (Rodrigo de la Serna), por su parte, se mostró fiel al Gitano y ayudó a Levante a encontrar al responsable.
Casi como lo que ocurre en la vida real, en la política no hubo tiempo para duelos. Leme e Iñíguez decidieron mostrarse juntos para desligarse de toda responsabilidad por la muerte de Libertad.
El Gitanto, en tanto, intentó no perder su imagen de inquebrantable, incluso durante el entierro de su hija. Por eso eligió volver en soledad al cementerio para poder llorar su muerte. Todas, actuaciones para volver a ver.
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