Mauri y Simón Merlo, los "galanes" del chamamé
Con Tramposos y Asesina conquistaron el corazón de todos. Con su estilo, le insuflaron aires a la canción chamamecera.
E l apellido Merlo es sinónimo de jerarquía para el chamamé. ‘Monchito’ y Ramón son dos baluartes del Litoral argentino que, con el paso del tiempo, hicieron florecer este ritmo con la nueva camada de cultores. Mauri y Simón Merlo son un ejemplo de esa renovación. Simón tiene como raíz a su papá ‘Monchito’ y a su abuelo Ramón, y Mauri tiene como ejemplo a su papá Ramón y a su tío ‘Monchito’.
Con once años de trayectoria y seis discos, con Va por ustedes, su último CD, consiguieron sellar un pacto indisoluble con la gente. Más allá del ritmo pegadizo que tiene Tramposos (‘tramposos, ingratos y tramposos, no puedo perdonarlos que los perdone Dios’) ahora se suma Asesina (‘me mataste en vida porque una asesina sos, jugaste con mi amor y nada te importó... una asesina del amor’).
Desde el pasado 3 de febrero, Mauri y Simón iniciaron una gira por distintos escenarios de Santiago. A lo largo de un mes permanecerán en territorio santiagueño para presentar sus canciones. EL LIBERAL los entrevistó.
El éxito los alcanzó más allá de pertenecer a la familia Merlo, emblema del chamamé.
Nosotros tratamos de hacer la música a nuestro sentir. Desde hace once años que estamos con este mensaje y felices de poder llevarlo a lo largo del país. El chamamé es nuestra esencia. Hemos mamado ese ritmo toda la vida.
Más allá del chamamé, se animan al tango y otros ritmos.
Nos gusta nutrirnos de toda la música argentina, y el tango y el tango es una música muy representativa de nuestro país. A pesar de la poca vida artística que tenemos, hemos escuchado a muchos intérpretes del tango. Lo que pretendemos es fusionarlo con el chamamé con arreglos de tantos maestros de este género.
¿Decidieron ser músico para continuar con el legado familiar?
Nosotros venimos de una familia que, prácticamente, han dejado su vida por la música del chamamé. Grabaron muchos discos. Eso es lo que ellos nos han inculcado. Nosotros, con respeto y también porque nos gusta, tratamos de llevar adelante ese mensaje que forjaron nuestros ancestros.
Ese mensaje fue receptado por la gente quien le realiza muy buenas devoluciones.
Estamos muy contentos por esa respuesta y por como, la gente de Santiago, por ejemplo, ha sabido recepcionar nuestra propuesta musical. Mucha gente ha dejado su alma para que nuestros discos tengan la repercusión que hoy lograron. Estamos felices por lo conseguido, por la consolidación y la trascendencia alcanzada.
Llegaron a la meta, ahora, ¿qué harán para mantenerse?
Seguir, con la humildad que nos caracteriza, trabajando. Nosotros tenemos el ejemplo de “Monchito” que, con toda la trayectoria que tiene, sigue trabajando sin descanso. Es es nuestro ejemplo. Nos anima continuar fortaleciendo al chamamé la respuesta de la gente y el amor de nuestra familia en todo lo que hacemos.
Al armar el repertorio, ¿prima lo personal o el de la gente?
Lo vamos viendo en cada actuación pero, fundamentalmente, prima el gusto de la gente. Nuestra propuesta tiene cositas de lo personal pero escuchamos a la gente. Con mi viejo (quien habla es Simón, hijo de “Monchito”), por ahí, nos toca elegir los temas. Muchas veces quedan temas afuera porque les falta maduración.
Los que sí, sin duda alguna, maduraron y prosperaron fueron Tramposos y Asesina.
Estamos contentos de que la gente lo haya tomado y hecho propio. Nos halaga de que todos lo canten. Son composiciones donde está puesto nuestro corazón.l
Con once años de trayectoria y seis discos, con Va por ustedes, su último CD, consiguieron sellar un pacto indisoluble con la gente. Más allá del ritmo pegadizo que tiene Tramposos (‘tramposos, ingratos y tramposos, no puedo perdonarlos que los perdone Dios’) ahora se suma Asesina (‘me mataste en vida porque una asesina sos, jugaste con mi amor y nada te importó... una asesina del amor’).
Desde el pasado 3 de febrero, Mauri y Simón iniciaron una gira por distintos escenarios de Santiago. A lo largo de un mes permanecerán en territorio santiagueño para presentar sus canciones. EL LIBERAL los entrevistó.
El éxito los alcanzó más allá de pertenecer a la familia Merlo, emblema del chamamé.
Nosotros tratamos de hacer la música a nuestro sentir. Desde hace once años que estamos con este mensaje y felices de poder llevarlo a lo largo del país. El chamamé es nuestra esencia. Hemos mamado ese ritmo toda la vida.
Más allá del chamamé, se animan al tango y otros ritmos.
Nos gusta nutrirnos de toda la música argentina, y el tango y el tango es una música muy representativa de nuestro país. A pesar de la poca vida artística que tenemos, hemos escuchado a muchos intérpretes del tango. Lo que pretendemos es fusionarlo con el chamamé con arreglos de tantos maestros de este género.
¿Decidieron ser músico para continuar con el legado familiar?
Nosotros venimos de una familia que, prácticamente, han dejado su vida por la música del chamamé. Grabaron muchos discos. Eso es lo que ellos nos han inculcado. Nosotros, con respeto y también porque nos gusta, tratamos de llevar adelante ese mensaje que forjaron nuestros ancestros.
Ese mensaje fue receptado por la gente quien le realiza muy buenas devoluciones.
Estamos muy contentos por esa respuesta y por como, la gente de Santiago, por ejemplo, ha sabido recepcionar nuestra propuesta musical. Mucha gente ha dejado su alma para que nuestros discos tengan la repercusión que hoy lograron. Estamos felices por lo conseguido, por la consolidación y la trascendencia alcanzada.
Llegaron a la meta, ahora, ¿qué harán para mantenerse?
Seguir, con la humildad que nos caracteriza, trabajando. Nosotros tenemos el ejemplo de “Monchito” que, con toda la trayectoria que tiene, sigue trabajando sin descanso. Es es nuestro ejemplo. Nos anima continuar fortaleciendo al chamamé la respuesta de la gente y el amor de nuestra familia en todo lo que hacemos.
Al armar el repertorio, ¿prima lo personal o el de la gente?
Lo vamos viendo en cada actuación pero, fundamentalmente, prima el gusto de la gente. Nuestra propuesta tiene cositas de lo personal pero escuchamos a la gente. Con mi viejo (quien habla es Simón, hijo de “Monchito”), por ahí, nos toca elegir los temas. Muchas veces quedan temas afuera porque les falta maduración.
Los que sí, sin duda alguna, maduraron y prosperaron fueron Tramposos y Asesina.
Estamos contentos de que la gente lo haya tomado y hecho propio. Nos halaga de que todos lo canten. Son composiciones donde está puesto nuestro corazón.l