CONEXIÓN AMAMBAY

El cártel narco que opera en Santiago tiene vinculación con la mafia brasileña

Investigadores de Paraguay revelaron que se trata de peligrosos delincuentes del “comando Bermelho” que mantienen estrecho vínculo para el negocio de las drogas en la Argentina, Brasil y Paraguay. Producen la marihuana de mejor calidad del mundo. Mapa de la zona de influencia.

El cártel paraguayo Amambay, que opera en suelo santiagueño, tendría vinculación con otros dos temibles grupos de traficantes brasileños: el primer comando capital y el comando Bermelho, con base en San Pablo y Río de Janeiro.
El partido o provincia de Amambay, ubicada en el nordeste de la República del Paraguay, es donde se cultiva el 75% de la marihuana que se produce en el vecino país.
De allí el interés de los mercaderes de la droga de sentar sus reales.
Pese a la lejanía geográfica que tiene con Santiago del Estero, hay algo que une a ambos territorios: la actividad de los narcotraficantes.
Para comprender cómo funciona el sistema y por qué se eligió a Santiago como base para las operaciones de los traficantes, hay que destacar que se encuentra en una zona de tránsito obligado hacia la región central de la Argentina, Cuyo y Chile.
Sus características topográficas y dispersa población rural, la convirtieron en un lugar apetecible para los turbios negocios del narcotráfico.
Todo comienza en la lejana Amambay, donde hay al menos tres grandes financistas del comercio ilegal, apuntaron a EL LIBERAL colegas del diario ABC Color de Paraguay.
Uno de ellos es paraguayo; otro brasileño y el restante, árabe.
A través de sus secuaces, se contactan con los campesinos para que ellos siembren (para lo cual le entregan las semillas), cosechen y prensen la marihuana.
Los traficantes se encargan de retirarla de los campos. Les pagan por adelantado y durante el tiempo en que el jefe del hogar está ausente en el “monte” cuidando el cultivo, se ocupan de que a su familia no le falte nada desde el punto de vista material.
Si bien la mayor parte de la producción de Amambay pasa al limítrofe Brasil, a través de la frontera seca que existe en la capital departamental, Pedro Juan Caballero, otra parte es remitida a la Argentina, Uruguay y Chile.
Desde Paraguay se la cruza, mayoritariamente, en canoa a Misiones o a Formosa.
Ya en territorio argentino, en aeroplanos se la traslada hacia el sur santiagueño, donde la arrojan desde el aire en sitio que previamente son pactados.
El GPS y los teléfonos celulares juegan un papel esencial en el paso siguiente, que es la de recoger la marihuana que dejó la aeronave.
Los lugareños suelen colaborar, con su silencio, para que se pueda transportar la sustancia hacia Córdoba sin que se detecten esos cargamentos ilegales.l
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