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Vasconcelos: "El Gobierno debe revisar las restricciones para evitar enfriamiento mayor de la economía"

El economista Jorge Vasconcelos, investigador jefe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) se refirió a la situación del mercado cambiario en el país, al recalentamiento del dólar paralelo, a la vez que advirtió sobre los riesgos para la economía de persistir el control de cambios que también influye en las expectativas económicas.

En diálogo con ELLIBERAL, Vasconcelos sostuvo que “hoy la Argentina tiene un mercado cambiario desdoblado, pero de hecho, no de derecho. A principios de los ´70 y fin de los ’80, vivimos la experiencia de mercados desdoblados instrumentados legalmente desde el Poder Ejecutivo. Entonces, el precio de las divisas extranjeras era diferente según se tratara de una operación de comercio exterior o financiera, según fuera de exportación o de importación, según se tratara de productos agropecuarios o industriales, etc”.

Añadió que “cuando por un mismo bien hay precios diferentes, inmediatamente aparecen los malos incentivos, porque los agentes económicos pasan a encontrar más rentable hacer arbitrajes que producir. Aquellas experiencias terminaron mal y no sería conveniente que se recrearan aquellos escenarios, aunque la situación fiscal, externa y monetaria de la Argentina hoy, si bien es complicada, no alcanza los extremos dramáticos de otrora”.

Puntualizó el economista que cuando se iniciaron los controles, “en noviembre de 2011 el Gobierno tenía dos opciones, de acuerdo a las circunstancias y a sus preferencias de política económica: o sinceraba el tipo de cambio o imponía controles al cambio y al comercio exterior. El objetivo era y es preservar el nivel de reservas del Banco Central para ir haciendo frente a los vencimientos de deuda externa, que este año demandarán unos 6 mil millones de dólares”.

Destacó que “al optar por la vía de los controles al cambio y al comercio exterior, quizá minimizó los efectos colaterales que estas medidas habrían de tener sobre las expectativas, el nivel de actividad y la marcha de la recaudación impositiva. Así, la fuga de capitales, que se había aletargado por un tiempo, recobró fuerza en abril y mayo, alcanzando una cifra estimada en torno a 700 millones de dólares/mes”.

El economista, agregó que “en la medida en que el Gobierno persista en el camino elegido, la pulseada entre el mercado y el Banco Central/Afip por los dólares escasos seguirá, haciendo difícil que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el llamado paralelo pueda reducirse en forma sustancial”.

Asimismo, advirtió que “dado los efectos colaterales de estas medidas, el Gobierno debería revisar sus opciones para evitar un enfriamiento mayor de la economía y un deterioro adicional de la recaudación, que tanto está afectando no sólo a la Nación sino particularmente a provincias y municipios. Lo recomendable hoy es intentar unificar los mercados, quitando las restricciones, aunque eso signifique un salto inicial del tipo de cambio oficial. Por supuesto que existen instrumentos, via la moderación del gasto público, para moderar el impacto de ese sinceramiento sobre la marcha de la inflación. Mientras más se postergue esta opción, más complicado será salir de esta encerrona en el futuro”.
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