Gitanita de 14 años huyó a Salta detrás del novio y padre de su futuro hijo
La menor se escapó en marzo. Fue trasladada y quedó a disposición de la Justicia. Sus padres están presos.
Con apenas 14 años, una gitanita bandeña representa un dilema judicial para la Dirección de la Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf) y, sus propios padres, ya que está embarazada y acaba de ser trasladada de Salta, donde reside su pareja.
Desafiando la costumbre ancestral de ingresar al matrimonio previo pago de una dote, la joven huyó de su casa en marzo pasado y partió hacia Martín Miguel de Güemes (Salta).
La dote representa el pago realizado por la familia del novio como indemnización por la pérdida de la hija y como garantía de que recibirá un buen trato. En la Argentina varía entre 10 y 15 monedas de oro, equivalentes a $ 4.000 o $5.000; llega hasta los 10.000 dólares.
Nueva vida
En Salta, la bandeñita reemplazó su colorida ropa de gitana por confortables vaqueros, remeras, camisas y zapatillas.
Lejos de cuestionamientos gitanos, el amor creció y la noticia llegó a sus padres: éstos se encuentran detenidos por la muerte de un hijo, pero igual instruyeron a un amigo para hacer la denuncia policial.
Tal cual, la policía de Salta alojó a la menor en una institución similar a Púberes y días atrás partió una comisión policial bandeña, integrada por María Pérez, Rosa Salto y Diego Paz, quienes llevaron un exhorto y, de ser necesaria, una orden de allanamiento.
Hubo muchas lágrimas, gritos, cuestionamientos y resistencia a retornar a La Banda, pero finalmente la gitanita cedió y se resignó a obedecer a la Justicia.
Ya está en Santiago y fue puesta a disposición de la Dinaf, cuyas autoridades deberán remar con un sinfín de encrucijadas: los padres no pueden ejercer la patria potestad porque están presos; la menor presenta un embarazo de dos meses y su entorno amenaza con denunciar al novio, y padre del bebé, de abuso sexual dado a la minoría de edad de la adolescente.
Desafiando la costumbre ancestral de ingresar al matrimonio previo pago de una dote, la joven huyó de su casa en marzo pasado y partió hacia Martín Miguel de Güemes (Salta).
La dote representa el pago realizado por la familia del novio como indemnización por la pérdida de la hija y como garantía de que recibirá un buen trato. En la Argentina varía entre 10 y 15 monedas de oro, equivalentes a $ 4.000 o $5.000; llega hasta los 10.000 dólares.
Nueva vida
En Salta, la bandeñita reemplazó su colorida ropa de gitana por confortables vaqueros, remeras, camisas y zapatillas.
Lejos de cuestionamientos gitanos, el amor creció y la noticia llegó a sus padres: éstos se encuentran detenidos por la muerte de un hijo, pero igual instruyeron a un amigo para hacer la denuncia policial.
Tal cual, la policía de Salta alojó a la menor en una institución similar a Púberes y días atrás partió una comisión policial bandeña, integrada por María Pérez, Rosa Salto y Diego Paz, quienes llevaron un exhorto y, de ser necesaria, una orden de allanamiento.
Hubo muchas lágrimas, gritos, cuestionamientos y resistencia a retornar a La Banda, pero finalmente la gitanita cedió y se resignó a obedecer a la Justicia.
Ya está en Santiago y fue puesta a disposición de la Dinaf, cuyas autoridades deberán remar con un sinfín de encrucijadas: los padres no pueden ejercer la patria potestad porque están presos; la menor presenta un embarazo de dos meses y su entorno amenaza con denunciar al novio, y padre del bebé, de abuso sexual dado a la minoría de edad de la adolescente.